Eres Mía para Siempre II [ REALIZANDO CORRECCIONES ]

Capítulo 8

Cuando despierto mi hombre no se encuentra en la cama. Miro la hora, 7:35am seguro que ya se ha ido. Me levanto y después de pasar por el baño me dirijo al cuarto de Luz, seguro sigue durmiendo. Pero no, tampoco está en su cama. Bajo las escaleras y al entrar a la cocina sonrío al ver la escena, mi hombre protector está vestido para irse solo que le falta la chaqueta, lleva en sus manos un pequeño bol lleno de cereales y Luz se encuentra en la isla de la cocina comiendo lo que le da Alex. Sonrío, son mi vida.

-Buenos días mi amor. -Dice Alex con una sonrisa.

-¡Mami! -grita Luz con entusiasmo.

Riendo me acerco a ellos y dejo un beso en la mejilla de Luz para luego dejar un beso cálido en los labios de mi marido.

-Hola -susurro-. ¿Qué haces aquí? ¿Ya viste la hora?

-Luz despertó temprano y quería que la ayudara con lo cereales ¿cómo le digo que no? -dice viéndola con ojos de amor y le da otro bocado de cereal.

Sonriendo me preparo también un bol de cereales y como junto a ellos.

-Te tengo una sorpresa. -Dice mi hombre cuando termina de darle el desayuno a Luz.

-Sabes lo que pienso de las sorpresas.

-Te va a encantar esta.

-¿Ah sí? Pues dimela.

-Sí te lo digo ya no sería sorpresa...

-Cariño...

-Esta noche tendremos algunos invitado para la cena. Ya he hablado con Nani, todo está planeado.

-¿Debo estar bien vestida?

-Tú siempre estas bien vestida mi amor. -Me besa- Con cualquier cosa que te pongas estarás perfecta para la ocasión.

Sonrío y le devulevo el beso.

-Te amo.

-Te amo morenita, nos vemos en la noche.

Una hora más tarde recibo una llamada de Esteban, debemos grabar en las afueras de uno de los restaurantes más famosos de Alemania y todo esto porque el presidente adora hacer reservaciones en ese sitio.
Hace un día precioso y grabo todo lo necesario para el canal 8.

Al volver a casa tomo una rápida ducha y opto por vestirme con un vestido gris claro ajustado a mi cuerpo justo encima de las rodillas, unas sandalias altas y mi cabello suelto. Alexander adora que lleve el cabello suelto.
Visto a mi pequeña con un vestido rosado claro y peino su cabello con una preciosa trenza y está lista.
Ya casi es la hora de la cena y mis nervios no pueden estar más alterados, Alex sabe que no me gustan las sorpresas y esta noche me tiene una y yo no paro de pensar en ello.

Cuando bajo con Luz en brazos me encuentro con que Nani y Jenni están arreglando la mesa y por lo visto, son bastantes los invitados.

-Jenni, ¿Alexander te dijo algo de lo de esta noche?

Ella me sonríe y sigue colocando los cubiertos.

-No puedo decirte nada Juli.

-¿Así que lo sabes? -pregunto sorprendida y curiosa a la vez.

-Solo sé que te gustará mucho.

-Jenni por favor...

-Lo siento -dice riendo al ver mi desespero y mira la hora-. Ya falta poco.

Suspiro y beso a mi niña, no hay manera para que esta mujer abra la boca.

Un par de minutos después escucho que la puerta se abre, estoy en la cocina de manera que no puedo ver de quién se trata pero mi corazón se detiene al oír el grito de Luz.