Eres Mía para Siempre II [ REALIZANDO CORRECCIONES ]

Capítulo 5

Después de estos días llenos de altos y bajos, por fin es viernes.
Luz esta mucho mejor gracias al medicamento que le ha mandado el doctor.
Mi alemán americano se encuentra en el trabajo, me ha dicho que volverá al mediodía para ir a la fiesta de Paul, el hijo de Peter y Ana.

Luz y yo estamos en casa de Ana, he venido antes para ayudarla con las preparaciones para el cumpleaños numero seis de Paul.
-Juli, he dejado tu bolso de ropa en mi habitación, así nos cambiamos juntas antes de que lleguen lo invitados. -Dice Ana y yo asiento mientras coloco un mantel de Batman en la mesa del jardín.

-¿Luz está con Paul?

-Sí, ya sabes como es él. Está loco porque le dé una hermana. -Sonríe negando con la cabeza.

-¿Y tú? ¿No estas loca por dársela?

-No lo sé -suspira-, me gustaría pero no me siento lista. Me da miedo no poder con dos.

-¿Qué dices Ana? Por supuesto que podrás y más con ese esposo tan bueno que tienes y Paul dispuesto a enseñarle todo lo que sabe. Sería muy lindo.

-Lo pensaré -dice riendo-. ¿Qué me dices tú? ¿Tienen pensado tener un próximo Müller?

-Alexander esta loco por tener otro bebé y... yo también, pero no creo que sea el momento, con todo lo que estamos pasando... Quiero un embarazo tranquilo.

-Tienes razón. Pero me alegra que los dos quieran otro bebé.

Sonrío. Cada vez que hacemos el amor Alexander me propone lo mismo, tener un bebé.
Me encantaría, me hace feliz ver lo dedicado que es mi marido a la hora de estar con Luz, lo atento y paciente que es conmigo y mis antojos pero no es momento, no ahora.

Llenamos globos, la piñata de Batman esta más que linda repleta de dulces, las mesas de comida y dulces, música, juegos infantiles, todo va tomando forma en el jardín de Ana y Peter.

El sonido de mi celular interrumpe mi charla con Ana y sonrío.

-Hablando del rey de Roma -el nombre de mi marido resalta en la pantalla y Ana ríe-. Hola precioso...

-Mi amor... -Suspira, su tono es un poco agitado-. ¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Luz está contigo?

-Sí, sí mi amor -entre junto mi ceño-. ¿Qué sucede?

-Nada cariño, solo quería asegurarme... ¿Dónde estás? -mi alemán americano me esconde algo.

-En casa de Ana como te dije, ya hemos terminado de decorar. ¿Vienes, verdad?

-Sí mi amor, salgo para allá en media hora. Iré con Peter ¿de acuerdo?

-De acuerdo... ¿Seguro esta todo bien? -insisto.

-Sí, no te preocupes. Te veo en un rato.

-Te amo.

Suspira y creo escucharlo sonreír.
-Y yo a ti cariño, no te imaginas cuánto. -Sonrío y cuelgo.

-¿Todo bien? -pregunta Ana comiendo un chocolate que ha sobrado.

-Sí... No lo sé... Alex se escuchaba un poco... Alterado...

-Bueno pero si te ha dicho que todo esta bien, no hay por qué preocuparse. Ya sabes cómo son nuestros hombres. -Asiento intentando dejar pasar el tono de mi piloto-. Bueno, ¡vamos a vestirnos!

Media hora más tarde me encuentro lista con un vestido sencillo ajustado a mi cuerpo color gris claro, un collar para darle un toque elegante y unas sandalias cómodas para andar por el jardín detrás de Luz.