Makoto y la lámpara maravillosa.

Capítulo único

Bajo la luna y en la inmensidad del desierto un hombre alto de ojos aguamarina y cualquiera diría que bastante apuesto se encontraba esperando la llegada de un atolondrado joven de cabellos naranja. Sousuke poso sus ojos en el horizonte y encontró a quien esperaba caminando hacia él con un paso bastante presuroso, cuando este se acerca lo suficiente le entrega la mitad de un escarabajo de oro, motivo por el que habían decidido encontrarse en primer lugar. Sousuke que tenía la otra mitad en uno de sus bolsillos los une y el escarabajo cobra vida emocionando en demasía a Momotarou. Con ayuda de este objeto son guiados a la cueva de las maravillas por medio de una brillante luz que sale del escarabajo. Cuando llegan a la cueva la montaña que había tomado forma de tigre proclama con voz potente que sólo el diamante en bruto, una persona de corazón puro puede entrar.

― Entra tu Momo ― ordena Sousuke asustando al de cabellos naranja, ― necesito que saques de la cueva una lámpara mágica a cambio te dejaré quedarte con todos los tesoros que allí encuentres, tal como te prometí.

El corazón codicioso del joven a su lado salta de gozó pero también tenía un mal presentimiento.

Sousuke lo vuelve a mirar esta vez con furia muda, esperando que este atienda a su orden, órdenes que como visir siempre deben ser cumplidas.

Momo lo miró con el miedo en sus ojos y trago saliva asustado al empezar a entrar en la cueva. Tres pasos logró avanzar, lo que le causo alivio al ver que nada sucedía.

― Entra rápido ― fue lo último que escuchó el de cabellos naranja para luego sentir que la cueva temblaba a su alrededor.

Sousuke veía con asombro pero sin una pizca de pena como la caverna se derrumbaba alrededor del ladrón quien antes de morir se había volteado a mirarle suplicante por un poco de ayuda.

― Tal parece que necesito encontrar a ese tal diamante en bruto ― fue lo único que murmuró en la soledad del desierto al ver que la cueva volvía a desaparecer tragada por la arena.

...

Makoto es un joven pobre de ojos verdes cual esmeraldas que se dedica a robar en los mercados de la ciudad de Agrabah para poder sobrevivir junto a sus dos pequeños hermanos Ran y Ren a quiénes debe cuidar, ya que sus padres murieron, dejándoles huérfanos, manteniendo también la ilusión de prosperar y algún día conocer las maravillas del mundo.

Presa del hambre como cada día Makoto se acerca a un puesto de comida para robar algo con lo que llenar su estómago y el de sus pequeños hermanos. En un descuido del dueño de uno de los puestos logra robar una hogaza de pan, pero esta vez los guardias del mercado son alertados por sus fechorías, rodeado por varios guardias de la ciudad logra evadirlos corriendo a gran velocidad y una vez los pierde se dirige a su "casa" más bien es apenas un techo sobre su cabeza , sus hermanos al verlo llegar corren a abrazarle y Makoto por su parte les ofrece el pan, a lo que la pequeña Ran lo recibe con gusto.

― divídelo en dos ― pide Makoto ― yo ya comí ― les dice mintiéndoles, ya comería más tarde, primero eran sus hermanos.

...

el príncipe Haruka de piel pálida, cabello negro como medianoche y ojos azules como el océano, suspiraba sumergido en su tina, recién había cumplido 17 años y durante todo un mes sus padres habían hablado con el sobre sus deberes como futuro soberano y que debía casarse antes de su próximo cumpleaños. Hoy mismo debía ver a uno de los candidatos, volvió a suspirar cansadamente el solo quería ser libre, uno de sus sirvientes tocó a su puerta y no le quedó más que dejar a su preciada agua, para vestirse ya que sus padres le esperaban sentados en la mesa, para comer y hablar con él.

― Querido ― empezó su madre, dejándole apenas sentarse ― hoy van a comenzar a llegar príncipes de todas partes a pedir tu mano. Haruka la miro con suma apatía, aunque al menos habían tomado en cuenta sus gustos y no habían decidido casarle con una princesa, aun así era sumamente frustrante que tuviese que casarse y perder su libertad.