Capítulo II

32 4 0
                                    

Capítulo 2
Narra Bryan

Desperté por los leves del sol que se escabullian por aquella ventana. Miré mi reloj que marcaban las 5:15 A.M. Tomé las suficientes fuerzas para pararme de la cama e ir directamente a la ducha, la cual demoré 15 Minutos, vi mi reflejo en el espejo y pense <¿Quién se interesará por un nerd?>, Bajé a desayunar y para mi sorpresa, mis padres dejaron una nota diciendo que tuvieron que salir de emergencia por su trabajo, la verdad esa noticia me quitó el hambre así que opté por irme sin desayunar.
Llegué a la preparatoria, miré a mi alrededor para encontrarme con aquella persona que siempre ha estado conmigo.

--Hola Alon.-Digo mientras me integraba a su camino.

--Hola Bry, ¿Qué tal anoche estudiando para el examen de Física?-Preguntó éste mientras chocaba los cinco

--Estudie mucho, por lo tanto espero sacar un 10--Sonrió

Bryan es un chico amante del estudio y que ir a la escuela, lo hace con gozo.

Sólo había algo que odiaba de ahí. Y eso tenía un nombre el cual es Freddy Leyva.

--¡Oh!, Bryan, ¿Te molesto si te dejo tantito?, Tengo que darle éste libro a Hex--Dijo sacándolo de la mochila.

--No--Sonrió--Ve, sino te van a cobrar el libro--Jugó un poco, acto ante el cual Alonso rió.

Alonso se alejó y Bryan para pasar el tiempo optó por leer su libro favorito.

Leía con atención cada palabra, cada renglón e incluso, Cada signo. Hasta que llegó Jos y su grupo y le golpearon incontrolablemente.

--Vamos, ¡levántate, marica¡ ¡Freddy, ayúdanos! --Gritó Sean.

Después de que Freddy saliera corriendo, ellos seguían atacando a Bryan hasta que Alonso llegó.

--¡Déjenlo!--Gritó Alonso seguro, pues en los últimos meses su autoestima subió mucho, mientras que la de Bryan; Disminuía.

--Ajá--Dijo Sean aventándolo.
--Ya me harté--Dijo Alonso tomando las cosas de Bryan y las suyas.

--¿Puedes caminar, amigo?--Preguntó Alonso, éste se sentía culpable, puesto que el le había dejado sólo.

--Alon, no es nada, me han hecho cosas peores--Dijo tratando de pararse.

--Bueno--Dijo ayudándole

-- ¿Qué ha pasado aquí?--Preguntó el profesor de filosofía que se acercaba a la escena.

--Sean y sus amigos han golpeado a Bryan, todo por mi culpa, no debí dejarlo sólo--Dijo éste apunto de llorar.

--Alonso, no digas éso, éso que hicieron está mal, y debe parar.-Dijo el profesor ayudando a lleva a Bryan a la enfermería.


Alonso llegó con Bryan al pasillo afuera de la enfermería ayudándole mientras sostenía su cuerpo gracias a la debilidad que el más alto sentía en esos momentos. Ambos se pusieron cómodos en la banca color durazno pálido que yacía en el pasillo.

-- Bryan, esto tiene que parar.-- habló Alonso y el susodicho se limitó a bajar la mirada y continuar en el silencio.-- No puedes estar a la merced de esos imbéciles y lo sabes muy bien. Ahora ni si quiera haces algo por oponerte a una paliza más.

-- Alonso, no puedo. Eres la persona en la que más confío y simplemente no te miento cuando hablo de que en serio no puedo hacer nada. Son más fuertes que yo.-- Se atrevió a hablar Bryan con melancolía en su voz.

-- Te prometo que esto no va a continuar.

-- Dime qué vas a hacer entonces, ¿a golpearlos?-- Dejó salir una risa burlona.

-- No. No te dejaré solo. Estudiaremos en otra parte en la que jamás veremos a ese grupito de Leyva y su escuadrón de subnormales.

Al cabo de unos minutos más, Bryan fue atendido por la amable enferma que tenía años trabajando en ese colegio.

--Bueno, hijo, no pasa de algunos futuros moretones en tu abdomen y pómulos pero todo está en orden.-- La enferma hablaba mientras limpiaba el rostro de Bryan con gasas y alcohol.-- Listo, dulzura.

--Gracias señorita Smith.-- respondió Bryan con una sonrisa media.
La enferma Smith no era precisamente una jovencita, sino que era una mujer de edad avanzada con cabello corto y rojo, a la que todo el alumnado estimaba.

-- Me han dicho que pases a la oficina del director después de visitarme. Dicen que está molesto pero descuida, contigo lo dudo pues eres un jovencito ejemplar en esta institución.

-- N-no lo entiendo.-- Se trabó al objetar.-- No hice nada malo.

-- No, cariño pero lo que te están haciendo no es correcto. Así que por favor ve a ver al director. -- Tomó a Bryan del brazo en dirección a ls puerta.-- Anda.

Bryan caminó por las iluminadas instalaciones de su colegio rumbo a la oficina del director. Ir a verlo era lo que menos quería en ese momento, no quería ser señalado una vez más y escuchar el mismo sermón acerca de defenderse ante los bully.
Al llegar a su destino tocó la puerta pensándolo unos instantes pero cuando lo hizo inmediatamente una voz le indicó que pasara.

Oh, no. El director, Freddy Leyva y él en la misma pequeña habitación.

Don't look at me, i'm a freak.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora