cap 34

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Sebastian
Era de madrugada, aproximadamente las tres o cuatro de la mañana. Sin embargo era hora perfecta para comenzar a buscar, los lobos hambrientos salen de noche, pero las bestias feroces en la madrugada.
Comencé a vagar por las solitarias calles de Londres, estaba atento para cualquier suceso que pudiera ocurrir. A lo lejos pude escuchar Los fallidos intentos de pedir ayuda por parte de un humano y una risa psicópata que lo acompañaba. De modo que decidí acercarme para observar lo que estaba ocurriendo y la escena que vi cuando llegue al lugar de los hechos no me impresiono tanto como supondría, en cambio un humano seguro se desmaya viento eso.
Era un callejón y la luz de un farol iluminaba muy poco. Y en él suelo, había una mujer de aproximadamente 45 años tendida en él piso, esta tenia un corte exageradamente grande en la garanta, le faltaba una pierna y a pesar de ya estar muerta, esta seguia desangrandose. Ahora un poco mas atrás había un chico pelinegro con una sudadera blanca manchada de sangre, este ultimo estaba de pie contemplando como había dejado a esa mujer. Luego levanto la vista de esa mujer, me vio y se aproximo a mi
«este es»
—antes de que vallas a hacer algo estúpido— levante la mano en señal para que se detuviera— me presento, yo soy sebastian michaelis y hago parte de la mansión phantomhive. Estoy aquí por que me agrada su nivel de— baje la vista mirando a la mujer— fuerza.....y me gustaría que usted fuera un sirviente de esa mansión
Él chico estallo en carcajadas
—que le parece tan gracioso?— pregunte
—sinceramente no se que me hace mas gracia, que no me tengas miedo a pesar de estar viendo lo que hice o él echo de creas que voy a aceptar ser un sirviente de esa tal mansión
—si lo dice porque cree que no va a volver a hacer esto, esta usted muy equivocado ya que hay demasiados ladrones por esa zona, en especial por que es un bosque.....Además, que tiene que perder?, va a tener techo, comida y va a poder seguir haciendo esto
—y que gano yo?
—además de todo lo mencionado, ya no se va a sentir vacío
—vacío?
—así es, Los humanos tienden a tener ese sentimiento de que si están solos por un lapso de tiempo se sienten totalmente vacíos y a donde lo voy a llevar, va a tener un poco mas de compañía entonces— le extendí mi mano— acepta?
Éste se quedo meditando unos minutos
—supongo que tienes razón, yo ya no tengo nada que perder, así que, si, acepto
—Sonreí— bien
—anibal
—como?
—mi nombre es anibal
—un placer.

Después de convencer a Anibal y enviarlo de camino a la mansión advirtiendo le que si se acercaba a _____, él próximo muerto iba a ser él. Me encaminé a buscar a mis dos últimos sirvientes. Faltaba 20 para las cinco de la mañana, así que debía darme prisa.
Empecé otra vez a buscar y en él camino encontré algo que me llamo verdaderamente la atención. Habían dos personas bajando de un taxi grande, un hombre y una mujer, parecían hermanos gracias a su similitud, ambos con una bata negra cubriéndolos, ellos se dirigían a un edificio, así que decidí seguirlos. El último piso era su destino y curiosamente era él más lujoso del edificio, ellos entraron y yo con mis ‘‘poderes sobrehumanos’’ como le dice _____, entre y me escondí en un rincón, en donde ellos no podían verme pero yo si a ellos.
Cuando estos últimos llegaron a la sala, había un señor de mas o menos 60 y tantos años sentado en él sofá
—con una asquerosa sonrisa dijo— comiencen
Él chico empezó a tocar a la mujer y a quitarle la vaya lentamente, mientras que ella le agarraba él miembro al otro, y así siguieron hasta que él termino por penetra la y salir de ella. Mire al viejo mormoso del sofá y casi vomito al ver que se estaba tocando.
«las cosas que hago por ti, _____, si esto no es amor, no se que es».
Cuando terminaron por completo, él chico le pidió él dinero al viejo mientras ellos se terminaba de ‘‘vestir’’ con esas batas. De modo que ellos salieron y yo los imite, sin que me vieran, obviamente. Cuando estaban en él pasillo, yo salí por delante de ellos, sorprendiéndolos
—me presento, yo soy sebastian michaelis, hago parte de la mansión phantomhive y me gustaría que ustedes fueran sirvientes de ese lugar. Se les pagaría bien, se les daría techo, comida y se ganarían el dinero limpia y honradamente, sin tener que hacer.....ese tipo de cosas
—haber, primero— dijo él hombre ofendido— nosotros tenemos que hacer eso, no porque nos guste, si no porque nos toca y usted no es nadie para venir con su traje elegante y opinar
—no lo estoy haciendo y no pretendo ofender, no ponga palabras en mi boca muchacho, y por eso mismo, se les pagaría adecuadamente y ya no tendrían que hacer nada de eso
—tiene razón, Zed— dijo la chica— lo que nos esta proponiendo es mucho mejor
—en efecto señorita— dije
—suspiró— bien— dijo él chico
—soy Lucía y el es mi hermano, Zed
—mucho gusto— dije con una amplia sonrisa
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POV ______

A la mañana siguiente me desperté, comencé a buscar a Sebastian con la mano y al no encontrarlo me levanté,  escuche que tocaron a mi puerta, y supuse que era Sebastian, ya que si pluto quisiera entrar, él rasguñaria la puerta. Aunque he de admitir que se me hizo extraño, ya que ahora Sebastian no suele tocar cuando entra
—pasa Sebastian—dije desde la cama— sabes que no tienes que tocar cuando entr.....
Quien había entrado no era Sebastian, era una chica de piel morena, ojos verdes, de cabello negro, largo y lacio, era más alta que yo y parecía tener alrededor de unos veinte años. Se acerco a mi y con una reverencia dijo
—encantada de conocerla ama, me llamo Lucía vance y seré apartir de ahora una fiel sirvienta— dijo sonriendo y con mucha elegancia.
A lo que yo le devolví la sonrisa y dije:
—encantada igualmente, yo soy ____ phantomhive
—se quien es usted ama— río levemente
—oh, cierto, perdóname, soy tonta
— pero que dice?— reímos las dos— bueno, el amo Sebastian la está esperando abajo
—claro, me cambio y salgo
—quiere que la ayude?
—tranquila Lucía, yo puedo
— bien, entonces la esperaré abajo.
Después de cambiarme, salí y baje. Me encontré a Sebastian en las escaleras, a lo que el me sonrió y yo a el
—buenos días—dijo envolviendo me con sus brazos
—buenos dias— dije— por cierto, quien es Lucía?
—nuestra nueva sirvienta
—si, ya se, pero ¿por qué?
—recuerdas que ayer te dije que necesitábamos más sirvientes?
—ahhhh, ya
—ven, te presentaré a los otros
—como ordene el amo Sebastian
—soltó una carcajada— que?
—así te llamo Lucía, ¿No?
—oh claro, esto es diferente, yo suelo ser el sirviente de algunos humanos, no su amo
—amo Sebastian......suena extraño, pero te queda bien
—tu crees?
—no lo dudo
Sebastian me cogió de la mano y me llevo abajo. Cuando estuvimos en el último piso, habían dos personas más aparte de Lucía, en el lado izquierdo había un chico pelinegro, de ojos cafés y tes blanca. En el lado derecho, había otro chico, Castaño, de ojos verde profundo, de tes morena y en el medio estaba Lucía. Sebastian se acerco y señalo al pelinegro
— él es Anibal 
—un placer señorita— dijo él
—igualmente— dije
—el es zed—dijo sebastian señalando al castaño
—un gusto conocerla
—el gusto es mio—dije con una sonrisa
—y supongo que ya debes saber quien es ella— dijo sebastian
—así es
—ama— dijeron al unisono los tres y se inclinaron en una reverencia
—fruncí él ceño— les voy a pedir un favor — ellos se miraron entre si desconcertados por mi reacción— por favor, no me llamen ama o hagan ese tipo de reverencias, no me gusta, estén tranquilos y llamen me por mi nombre— dije divertida
—me devolvieron la sonrisa— como guste
—bien, ahora, vallan a hacer las tareas que les asigne.
Los tres asintieron en respuesta y salieron

¿Alma o corazón? (Sebastian y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora