3. Los Monstruos Se Van

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😈🐻


KyungSoo había sido un pequeño niño de tan sólo cinco años que tenía una grande imaginación a su edad, ver las cosas de manera positiva y llena de sonrisas. Él estaba orgulloso y feliz de que su monstruo se liberara de todas aquellas cicatrices y heridas que dominaron su piel en aquel entonces, cuando la maldad apoderaba su interior y el egoísmo manejaba su mente. Pero ahora era tan distinto, tan fuera de lo común que en varias de las ocasiones en las que el sol iluminaba su alrededor le hizo pensar que tal vez todo era producto de su cerebro.

Comenzaba a dudar en que en realidad, Kai existía. Un ser imaginario que la mente se encargó de crear cuando él era un niño torpe e inocente.

¿Pero como desmentir lo real?

Todas las noches sin falta, Kai aparecía por su armario ya viejo y desgastado, abriendo la puerta y dar paso a su cuerpo moreno limpio y sin marcas. Acercándose a KyungSoo y llenarlo de besos porque aún seguían siendo novios a pesar de que haya pasado varios años. Los días sin él no existían, siempre estaban juntos ya sea en la cama cuando el mayor admiraba al pelinegro durmiendo, o en las noches de desvelo cuando no podía dormir y se quedaban platicando hasta las altas horas de la madrugada; para Do KyungSoo era un acertijo en el cual debía descifrar sin muchas pistas en las cuales jugar.

Amaba estar al lado de su monstruo, porque antes sólo lo hacía por beneficio, una ayuda para que el contrario pudiera seguir viviendo y acompañara al menor. Pero las cosas cambiaron después de siete años: Kyung estaba enamorado de Kai. 

Tal vez para el mayor no era buena idea que su creador fuera a estar enamorado de él ya que una relación como esa era casi imposible de mantener, pero KyungSoo le hacía recordar que la edad no importaba demasiado ahora, que dentro de unos años más, ya no se consideraría como un niño, sino alguien de su misma edad porque Kai ya no envejecía. Él se quedaría en la misma altura, en el mismo físico, en el mismo rostro.

¿Pero como alguien podría estar vivo y no envejecer? 

¿Cómo una persona podía desaparecer en el día y aparecer en la noche? ¿En un armario?

KyungSoo, por más que amaba a Kai, dudaba de su existencia. Dudaba que lo fantástico fuera real, que los monstruos se comportaran como seres humanos en su mayoría. A veces en el día, lloraba por unas horas porque ya no sabía en qué pensar, ya no sabía qué hacer. Necesitaba ayuda y no podía decir nada porque se lo prometió al ser que vivía en su armario.


Sin embargo, recuerda perfectamente aquel día en que estaba desesperado, tenía tantas preguntas sin respuesta que en verdad necesitaba decirle a alguien lo que estaba ocurriendo sin importar que lo catalogaran como un loco, él sólo debía decirlo y recibir un consejo aunque lo tomaran no muy enserio.


Flashback:

  —   MinSeok, necesito contarte algo — Mencionó el menor de ya diez años, con las manos temblorosas y la mirada a sus zapatos.


  — ¿De qué?


— Verás, ¿Tu crees que un niño que ha presenciado la existencia de los monstruos pueda seguir pensando lo mismo después de muchos años? — preguntó algo temeroso por no formular bien la pregunta, y sin embargo, MinSeok comenzó a hacer ruiditos con la boca tratando de analizar, pensar, y luego responder.


  — Creo que alguien debería decirle que es demasiado estúpido pensar eso aún después de muchos años. ¿Porqué? ¿Conoces a alguien así en la escuela?

Monster [Kaisoo/Fantasía]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora