Un viaje al pasado (shikatema)

La Verdad

Pov. General

.

.

.

.

Shikadai ya había terminado de desayunar; ayudó a su abuela a lavar lo poco que ensuciaron, ella aceptó gustosa y con una gran sonrisa la ayuda de su nieto . Sin nada más que hacer fue a la sala a descansar en el sofá y pensar. 

Estaba aburrido. 

A está hora solía jugar videojuegos con Inojin y el tramposo de Boruto, salir a caminar con todos los chicos por las calles, ir a comer, o subirse al tren y ver el paisaje, pero ahora ellos no estaban, al igual que su consola. 

"Había desayunado con sus abuelos" Se sentía afortunado, sentía que era un niño único en el mundo, pocos seres en el mundo tendrán la oportunidad de vivir algo así. Podrán tener grandes poderes, fama, muchas técnicas, velocidad, dinero y aun así nunca vivir lo que él estaba pasando ni sentir las emociones que conlleva esta experiencia. 

Lo decía  especialmente por su abuelo. Siempre quiso compartir tiempo con él. Su padre siempre habló de Shikaku como el hombre más sabio que conoció en toda su vida. 

Ahora podía conocerlo y pasar tiempo con él.

Se puso de pie y salió afuera buscándolo. Vio a su abuelo sentado en la puerta trasera de la casa contemplando el paisaje. Se acercó sin prisa y se sentó frente a él. 

—¿Sucede algo Shikadai?—Preguntó Shikaku. —¿Te ves afligido? 

—No es nada abuelo, sólo...—Se encogió de hombros.— Me siento extraño estando en ésta época. —Confesó sincerándose.

—Es normal, me imagino que extrañas a tus amigos ¿No?— Dijo su abuelo. 

—Un poco...Bueno sí. —Mencionó en voz baja evitando mirarlo.

—Sé que ésto es difícil para tí, pero lograremos resolver todo y volverás con tus padres muy pronto, lo prometo.— El Nara mayor sonrío revolviendo su cabello con una de sus manos. 

—Gracias abuelo. —Dijo Shikadai mostrando su mejor sonrisa. 

Shikaku también sonrió.

—Esa sonrisa no se parecía a la de Shikamaru, debiste heredarla de tu madre...

Sabía que su nieto extrañaba a sus padres a pesar de no decirlo. Quería compartir tiempo con Shikadai, pero no sí sé sentía incómodo y triste.

— Abuelo yo... —Shikaku lo interrumpió.

—Me alegra haberte conocido. — Dijo Shikaku tomándolo por sorpresa. — Por tu reacción al verme y escucharte hablar en el desayuno supuse que estoy muerto en tu época ¿Verdad?

Shikadai se quedó mirándolo a los ojos sin poder decir nada. No sabía que decir, ese era un tema que no quería tocar.

Era una historia muy larga y muy triste; su madre siempre le dijo que evitara hablar de ese tema delante de su padre porque se ponía muy triste al recordarlo al igual que su abuela. 

Nunca habló de él con nadie, ni con sus mejores amigos.

—Abuelo... No sé qué decir... No quería que te enterarás de eso, no fui cuidadoso. —Shikadai se recriminaba en su mente por su descuido.  

—No te preocupes, somos Shinobis, siempre estamos en peligro de muerte; debemos sacrificarnos por el futuro de las nuevas generaciones. Sí morí por proteger a los demás estoy seguro que habré muerto felíz. — Aclaró sonriendo. —Sólo prométeme que cuidarás bien de tu abuela, ¡Y harás trabajar al vago de tu padre!— Dijo con una media sonrisa.