Me desperté con el sonido de la alarma; el ritmo de Bon Jovi me agobió especialmente esta maña. Me levanté y me metí a la ducha; cuando estuve lista e iba a bajar a desayunar mi padre tocó a la puerta.
-Adelante.
-Hola Annie- dijo asomando la cabeza por la puerta- ¿Cómo estás, cariño?
-Nerviosa.
-No tienes de qué preocuparte; todo irá bien.
-Ojalá pudiera creerte- solté un suspiro- No conozco a nadie y ahora que Sarah no está me siento más perdida que nunca, papá- se le llenaron los ojos de lágrimas-
-Mi amor, lo sé. Pero también sé que eres fuerte y que seguirás superándolo poco a poco, como has hecho hasta ahora. Te adaptarás al cambio enseguida, ya verás. Y ahopra vamos a desayunar o llegarás tarde.
Yo solo asentí y le dediqué una lánguida sonrisa.
Conduje hasta el instituto y cuando llegué, me dirigí a secretaría a recoger mi horario y a que me indicaran donde estaban las clases. Al abrir la puerta de la oficina de secretaría sentí un fuerte golpe contra la puerta y un grito de dolor a continuación; genial, no había empezado en el nuevo instituto y ya e había dado un portazo en la nariz a alguien.
-Oh, no. Lo siento mucho, de verdad;ha sido sin querer- Me arrodille a se lado y cuando levantó la cabeza sentí que me quedaba sin aire en los pulmones: era el chico más guapo que había visto en mi vida.- ¿T-te encuentras bien?-balbuceé nerviosa-
-Si, si, pero ten mas cuidado la próxima vez, anda.
Cuando se apartó la mano de la nariz pude observar su rostro completo y con más detalle: tenía unos ojos de color azul oscuro, más bien grises, el pelo cobrizo, y cuando se levantó del suelo me dí cuenta de que era muy alto y que estaba buenísimo; intenté disimular mi cara de boba, pero para cuando quise hacerlo, ya era demasiado tarde: se había dado cuenta. Con una mueca socarrona me dijo:
-Soy Andrew; ¿Tú eres la chica nueva, cierto?
-Sí, soy Annelise, pero, ¿cómo lo sabes?
-Trabajo en el periódico de el instituto; me entero de todo-Me guiñó un ojo, divertido por mi cara de asombre esta vez.-Además, soy el encargado de ayudar a los estudiantes nuevo y enseñarles un poco todo esto- señaló la sala con un gesto vago de la mano- Así que Annelise, ¿Dónde es tu primer clase?
-No lo sé. Iba a pedir mi horario cuando te he dado con la puerta.
Recogí el horario y se lo enseñé
-Lengua, aula 24- le señalé-
-Ven, te ensañaré donde está el aula; si quieres puedo recogerte a la hora de comer en esa clase, para enseñarte el instituto y que no estés sola todo el día.
-Me parece estupendo; gracias por echarme una mano aunque te haya dado con una puerta en cara nada más llegar – le dediqué una sonrisa culpable-
-Tranquila, ya e cobraré eso.
-¿Qué?
-Nada...déjalo- y e nuevo ahí estaba: una sonrisa de 1000megaboltios que hipnotizaba a todas las chicas; cuando o de secretaría, me dí cuenta de que una chica morenas con los ojos increíblemente verdes nos observaba con demasiada atención.
Me despedí de Andrew al llegar al aula 24 y entré a clase. Me senté en la primera mesa que vi libre: en el centro de la segunda fila. Me agaché a sacar los libros de mi mochila, y cuando levanté la vista me encontré con una chica morena, demasiado delgada, con el pelo negro como el azabache y unos ojos casi negros que reflejaban una mirada amenazante.
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Al amor no le importa nada.
RomanceCuando lo tienes todo en la vida, no te paras a pensar en que algo puede salir mal. La protagonista de esta historia tiene una vida perfecta: el amor de sus padres, buena educación, dinero....pero, ¿Y si de repente, todo se vuelve patas arriba? ¿Qué...