Por la tarde, después de dormir una larga y reparadora siesta, recibí un mensaje de Andrew:
Andrew
Hola, preciosa. ¿Te importa sustituir ese café que te prometí por una cena? Se me ha complicado la tarde.
Yo
Claro, sin problema,¿Dónde nos vemos?
Andrew
¿Te parece bien que nos veamos en el restaurante?, ¿En el Fera at Claridge's?
Yo
Vale, ¿Nos vemos a las ocho?
Andrew
Perfecto. ;)
Dejé el móvil cargando y empecé a prepararme; teniendo en cuenta que eran las seis, no tenía mucho tiempo. Me di una ducha rápida, me ricé el pelo y me lo dejé suelto. Iba a ir con Andrew a uno de los mejores restaurantes de Londres, así que necesitaba un vestido apropiado para la ocasión.
Después de estar veinte minutos pensando en qué me iba a poner opté por un vestido corto negro, con escote en forma de corazón, y un colgante de plata que ella me había regalado en mi último cumpleaños que pude pasar con ella antes del accidente.(multimedia). A las ocho menos veinte estaba lista.
-Que guapa, ¿ A dónde vas?- pregunta mi madre cuando me ve-
-Un amigo del instituto me ha invitado a cenar.
-¿Cómo es que tienes una cita y no me lo habías dicho?
-Porque sabía que ibas a pensar que es una cita...y no lo es.
Siempre me había gustado la relación que tenía con mi madre; podía contarle estas cosas sabiendo que no va a hacer una montaña de un grano de arena.
-No vuelvas muy tarde, sino tu padre se va poner enfermo sólo de pensar que su niña ha quedado con un chico.
-¿Me cubres?
Suelta un suspire resignación, pero me dice que sí.
-Pero cuéntaselo cuanto antes, ya sabes que se va a enfadar si se lo ocultas mucho tiempo.
-Mamá, no es una cita, no creo que se ponga así.
-Ya veremos;.anda vete, que vas a llegar tarde.
Le doy un beso y me despido de ella. Llego al restaurante en quince minutos, justo a las ocho en punto. Le busco con la mirada, pero hay mucha gente y no lo veo. Un camarero se me acerca y me pregunta si puede hacer algo para ayudarme.
-Sí, tengo una reserva para dos, a nombre de Andrew.
-Acompáñeme, la está esperando.
Lo sigo hasta nuestra mesa, dónde Andrew me espera. Se levanta y me da un beso en la mejilla.
-Que guapa estás.
Me sonrojo ante el cumplido.
-Gracias, tú tampoco estás nada mal-Lleva unos vaqueros negros con una catmisa morada y americana también negra...está muy guapo; un momento, ¿de dónde diablos ha salido eso? Ignoro ese pensamiento y me centro en la conversación.
-¿Has descansado?
-Sí, me hacía falta.- me sonríe, mostrando su sonrisa perfecta- ¿Y tú?, ¿Por qué se te ha complicado la tarde?
-Movidas familiares
-Vaya, ¿va mejor la cosa?
-Al contrario, va a peor.
-Lo siento..¿Quieres hablar de eso?-digo usando sus propias palabras-
-No, nos amargaría la noche. Quiero que me cuentes cosas de ti.
-¿Qué quieres saber?
-¿Cómo llegaste a para a Londres?
-Bueno, necesitaba un cambio de aires. Desde que mi mejor amiga murió todo me recordaba a ella, y a que la había perdido para siempre-noto un nudo en la garganta Además, aquí había más oportunidades de trabajo..así que mis padres decidieron venir a vivir aquí
-¿De dónde sois?
-Venimos de Seattle.
-Vaya, eso está muy lejos.
-Sí, pero era un ambiente totalmente nuevo, una oportunidad para empezar de nuevo.
-¿Tienes hermanos?
-Sí, tengo una hermana pequeña. Le llevo cinco años.
-¿Cómo se llamaba tu amiga?
-Anastasia.
-Siento que se haya ido.
-Yo también. Bueno, ahora te toca a ti.
-No hay mucho que contar...tengo un hermano tres años mayor que yo. No lo veo mucho porque se ha ido a la universidad. Mi madre es abogada y mi padre cirujano.
-Que nivel-me río-
-No es tan bueno como pueda parecer. Nunca están en casa...siempre están demasiado ocupados como para pararse a hacernos caso.
-Lo siento.
-Bueno, todo tiene su parte buena... el hecho de que no me hagan mucho caso es que normalmente puedo entrar y salir sin que me pidan muchas explicaciones.
-Bueno, si a eso lo llamas la parte buena..
Me dirige una sonrisa lánguida y se encoge de hombros. Intento pagar mi parte de la cena, pero insiste en que no. Me sigue a casa en su coche y me acompaña hasta la puerta.
-Lo he pasado bien, hay que repetirlo.
-Ya veremos-le sonrío.
Y de pronto no sé qué pasa, pero estamos muy cerca, y se hace el silencio. Se acerca más, tanto que siento su aliento en mis labios. No voy a dejar que e bese...lo conozco desde hace una semana; es demasiado pronto. Me aparto en le último momento y meto la llave en la cerradura; entro en casa y antes de cerrar la puerta le sonrío-
-Buenas noches.
-Que descanses.
Y lo veo marcharse
YOU ARE READING
Al amor no le importa nada.
RomanceCuando lo tienes todo en la vida, no te paras a pensar en que algo puede salir mal. La protagonista de esta historia tiene una vida perfecta: el amor de sus padres, buena educación, dinero....pero, ¿Y si de repente, todo se vuelve patas arriba? ¿Qué...