Capítulo 3

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Vamos en coche a pasar las vacaciones a nuestro piso en la playa; es curioso como en un segundo tu vida puede cambiar...La carretera era estrecha y en una curva bastante cerrada y con poca visibilidad el autobús que venía en frente no nos vio, era demasiado tarde; nunca imaginé perder a la persona con la que me había criado, y que se había convertido en mi mejor amiga dejaría de estar a mi lado ese día. La imagen de ella ensangrentada e inconsciente aparece en mi cabeza, el recuerdo es vívido, con todos detalles que había presenciado ese día. Para cuando la ambulancia llegó había entrado en paro cardíaco y no fue posible reanimarla: se había ido para siempre. Ni siquiera pude asistir a su funeral al estar en el hospital con tres costillas y el brazo izquierdo roto y el cráneo fracturado...no recuerdo haber llorado tanto en mi vida.

Me despierto sobresalta y sudando; ha sido un sueño...un sueño cuyas imagines no conseguiré olvidar nunca.

**************

A la mañana siguiente en clase, cansada por no haber dormido bien, iba arrastrando los pies como un anarquista de camino a su fusilación...otra vez.

-Oye, ¿estás bien?-me susurra Andrew en clase de Geografía.

-No- contesté en un susurro- No lo estoy.

-¿Quieres hablar de ello?

-Quizás más tarde- me contestó con un asentimiento de cabeza-

*************

A la hora de comer, después de estar toda la mañana callada, Andrew me miró con cara de preocupación.

-De acuerdo,¿ me vas a decir lo que pasa?

-He pasado una mala noche.

-Eso ya lo veo...las ojeras que tienes son más grandes que tu ojos. ¿Qué pasa?

-Hace ya un año, perdí a mi mejor amiga en un accidente de tráfico y no he dejado de tener pesadillas de eso en toda la noche.

-Vaya, lo siento mucho...no hace falta que me hables de eso si no quieres.

--No te preocupes. Ayer no quise ir contigo a conocer la ciudad porque no tenía ánimo para nada después de haber hecho las pruebas para las animadoras...Es algo que habíamos hecho juntas desde pequeñas, y otra vez los recuerdos de tantos años juntas me dejó hecha polvo, lo siento.

-No lo sientas, lo entiendo. Te invito a un café esta tarde, ¿te apetece?

-Sí, así me distraigo un poco pero, por favor, que sea lo más tarde que puedas para que pueda dormir un poco.

-Cuenta con ello.

Al amor no le importa nada.Where stories live. Discover now