La angel que sacrifico todo por amor

Capítulo 3

En la noche mientras dormía recibí una breve información acerca de la Tierra y los humanos; lo esencial para sobrevivir, y llevar una vida normal. Se me explicó que no podía hablar acerca de mi vida, como una ángel, pues no me creerían y de hacerlo me harían daño. También que no podría utilizar mis alas del todo, ya que estaban selladas en un tatuaje bajo mi piel que solo yo y personas que yo permitiera podrían verlo.

A la mañana siguiente el resplandor del sol me despertó, y vagamente me levanté de la cama. Salí al balcón y miraba el mar, y recordé mi llegada. Comenzaba a sentirme un poco nostálgica y sentía estos únicos deseos de querer llorar, pero rápido entre al baño, me desnudé, abrí la llave de agua fría, y sin pensarlo dos veces me metí bajo el agua. La frialdad del agua hizo que mis ganas de llorar se espantarán de inmediato. No era muy fanática del agua fría asi que tomé una ducha rápida. Si hay algo que odio, más que nada en el universo, es llorar; es una muestra de debilidad y eso no va conmigo. Al terminar, tomé una toalla limpia, bueno la única que había, me sequé, y me puse la ropa que traía puesta de la noche anterior. Me miré en el espejo semi sucio, y pude ver un poco mi reflejo, para arreglarme el cabello. Luego tomé mi cartera con mi identificación y dinero, y me dirigí a la puerta, salí, cerré con llave y las guardé en mi bolsillo.

Comencé a caminar por las calles a explorar el mundo que tenía ante mí, y pues necesitaba saber con cuánto dinero contaba para manejar mis gastos, pues quién sabe cuánto estaría aquí. Quiero demostrarles a todos que puedo sobrevivir aquí en la Tierra a como dé lugar. Llegué a la ATH más cercana y de mi cartera tomé mi tarjeta de crédito, era muy parecido a los pases de entrada hacia las fiestas en mi hogar, pero esta contenía dinero, mi pregunta era ¿cuánto? En fin seguí las instrucciones de la máquina, el balance total que tengo es suficiente como para llevar una vida de rico, así que creo que iré de compras. Debería de darle algo de cariño a la casa y tener algo de ropa, tomé $250 dólares de la cuenta y pedí un taxi.

El taxista me llevó al centro comercial más cercano que en realidad solo me quedaba a 45 minutos a pie. Le pagué $20 dólares y comiencé a examinar las tiendas. Entré a algunas donde vendía efectos de hogares y demás. Ahí ordené 5 latas de pintura, dos color amarillo, una color sandía,otra azul claro, blanco y crema. Compré los rolos, las brochas, cinta adhesiva para pintar, y otros artículos para el hogar, para poder darle un cambio de imagen a la casa. Dos muchachos harían la entrega a la 12 del mediodía ya que se ofrecieron al ver que era mucho peso para una sola chica.

"¿Patetico no?, subestimandome porque soy una chica."- pensé para mi misma

"Pero algo de ayuda no vendría mal, así lo aceptaré"- continue.

Les escribí mi dirección y agradecí por su ayuda. Tomé al menos los artículos de limpieza y otros que no pesaban tanto como para necesitar ayuda de alguien. Luego fuí a un local donde vendían ropa y zapatos, y de allí salí con cinco bolsos, dos de zapatos y tres con ropa.

Miré la hora y eran las 9:43am, así que decidí regresar a la casa.

Al llegar, tiré los bolsos de ropa y zapatos en la cama, y comencé a limpiar. Averigüe donde se encontraba la lavadora y secadora, y comencé a lavar las toallas que tenían polvo. Aunque en realidad, todo tenía polvo y estaba sucio, al parecer nadie a venido aquí en meses, o quien sabe si años. En la secadora encontré unos pantalones cortos de mi talla y una camisa llena de manchas de pintura, un poco grande, y unas medias. También encontré unos tenis converse llenos de pintura vieja, en el suelo, así que rápido me cambie a esa ropa que estaba manchada pero limpia y comencé a limpiar toda la casa.

11:38am

"Ya acabé con el baño,  ahora solo falta lavar las cortinas"- me dije a mi misma.