Escaleras de perfección

Obsesión

Por fin SEMI-LIBRE SOY! Casi acabo este semestre y a pesar de solo tener tres materias fue una gran tortura para mí ;3; Pero en fin les traigo un nuevo capítulo de Escaleras y como dije la última vez ¡¡SORPRESA PARA LAS AMANTES DEL PUZZLE!!

Este capítulo contiene contenido pre-lemon, únicamente en Amor Yaoi fue puesto todo el sueño de Yugi, si no te gusta el lemon en Fanfiction y Wattpad el sueño fue censurado.

Atem estaba sentado en una de las sillas de la sala de profesores, estaba terminando de calificar un examen que les había aplicado a alumnos de séptimo semestre que estaban a un semestre o dos de salir de la universidad. Los resultados de dicho examen, era mejores que otros bloques del semestre, pero posiblemente no era algo de que emocionarse, él, al igual que aquellos alumnos que cursaban la licenciatura conocía de más las mañas para hacer trampa, no pensaba que todos lo hacían, y con todas las tecnologías que hay actualmente, le resultaba difícil creer que si no repasaban les fuera muy bien.

Tan sumido estaba en aquellos pensamientos nada confiables hacia sus mismos estudiantes que no se dio cuenta que alguien se acercaba y la puerta se abría, hasta que esta ya no estaba en su lugar, solo encontrándose con un chico similar a él físicamente, cabellos tricolores de una forma de estrella, negro y rojo, mechones rubios, tal vez unos cuantos menos que los suyos, pero su baja estatura, ojos grandes de un tono amatista, le daba un aspecto de una persona tierna e inocente, pero en aquellos ojos la inocencia no existía, no se debe juzgar un libro por su portada.

Él no tenía el apellido de su esposo y su marido no poseía el de él.

Yugi estaba parado en donde estaba la puerta que le daba a su Yami, lo que su amada oscuridad no sabía es que la inocencia dejó de reflejarse en sus ojos cuando lo conoció en el primer día de clases, el deseo de ser feliz se apoderó de su corazón, solo deseaba ser feliz con la persona que físicamente se parecía a él, sin importarle si fuera de otro, solo quería que Atem se diera cuenta que él era su único amor.

El de ojos amatista comenzó a caminar, la regla de que los alumnos no podían estar en aquella sala no le importaba para nada, lo único que ahora era importante es que ambos estaban solos, la puerta que se encontraba abierta, se cerró de golpe, pero no hizo el típico ruido de cuando una puerta azota de manera brusca, y si lo realizó, muy poco le importaba a Yugi, solo Yami tenía su atención, sus ojos carmesí estaban clavados en él, estando a unos pocos metros y Atem aun sentado en esa cómoda silla, daba la sensación de que eran del mismo alto.

Decir que "un paso un segundo" fue para medir el tiempo en que Yugi decidió saltar sobre los brazos de su maestro y robarle un beso, era como decir que tardo mil años en hacerlo, al entrar en aquella sala el objetivo del pequeño tricolor era claro, calmar sus fantasías sexuales y por fin hacer lo que solamente se atrevía en sus sueños, hacerlo suyo, suyo, que su profesor se entregara al calor de sus brazos, de sus acaricias, de sus besos llenos de amor y lujuria, justo como en aquellos momentos lo estaba haciendo, Atem estaba en sus manos.

Sus sueños no fueron en vano.

La felicidad estaba en sus más comprimidos deseos, esa palabra de 9 letras no podría describir como se sentía, los labios del dueño de ojos carmesí era el néctar más delicioso del mundo, los probaría todos los días a cada momento del día, era su oportunidad de hacerlo y no la iba a desaprovechar. Pidió permiso para poder entrar por completo a la boca del otro, su oscuridad lo concedió y una nueva oleada de deliciosos sabores llenaron sus papilas gustativas, definitivamente el mejor banquete que se dio en toda su vida.