Escaleras de perfección

Remordimiento

Ya está el capítulo de hoy, por cuestiones luego de la universidad pues no se pudo publicar antes, pero ya está el capítulo de Ryo y el cual responde la pregunta ¿Quién es el asesino?

Quisiera decir que posiblemente no encuentren concordancia en este capítulo y en capítulos anteriores, por eso si tienen preguntas pueden hacerlas, para tenerlas en mente en el capítulo 13, no se preocupen, esa incoherencia se va aclarar y lo hable con Lizzie mucho antes de escribirlo y bueno ya sé cómo tapar ese eco.

La conciencia le estaba trabajando de tal manera que cada segundo que el reloj avanzaba, le resultaba demasiado pesada, dolorosa, de una manera tan lenta que cada segundo era como poner un gran saco de rocas sobre sus hombros, necesitaba ya liberarse de esa enorme carga que estaba soportando, pero realmente no sabía cómo hacerlo, le había prometido a su amigo que no diría ni una sola palabra de lo que paso ese horrendo día, pero era una carga tan grande que a veces tenía pesadillas horribles y a él, aunque le encantaban ese tipo de cosas, sentía que se lo estaba comiendo vivo, era insoportable, pensaba que iba a morir.

Sus sueños nunca eran significativos, por lo regular soñaba con una cosa y después otra, como si viera la mezcla bizarra de muchas películas, nunca le molesto eso, a veces se sorprendía la capacidad de su cerebro y su mente para imaginarse todo eso, pero ahora, el hecho de que la figura de una persona que él conocía se apareciera a mitad de sus sueños completamente vestido de blanco con un atuendo fantasmal y con gotas saladas saliendo de sus ojos carmesí, con las facciones tan duras como las de Seto Kaiba impregnado en su rostro, le daba un pavor horrible.

Después de todo... él sabe lo que paso...

De solo pensar en el tema hacia que sus pesadillas se volvieran más y más recurrentes al pasar de los días, ni la alegría de las amadas vacaciones de verano lo alegraban, de hecho, sabía que esas vacaciones que tanto habían anhelado no las podría disfrutar como estaban planeado con sus amigos, se fue alejando después de ese día, no se sentía bien consigo mismo, no quería echarse para atrás con su promesa, pero, estaba contra la espada y contra la pared ¿Ayudar a sus amigos o sentirse bien consigo mismo? Se atrevía a pensar que era egoísta consigo mismo por pensar en su estado mental.

...A Atem ese día

La policía a pesar de que actualmente no mostraba movimiento al público, Malik le había contado que Seto estaba aún más estresado y quería respuestas lo más pronto posible, incluso decía que la fuerza policiaca temía por sus vidas por la presión del cónyuge, encontrar al asesino y enjuiciarlo se había vuelto la prioridad y sabía que no tardaría mucho tiempo en llegar con su amigo. Egoísta, la palabra llegaba cada vez que quería confesarle algo a alguien a quien fuera, solo quería que ese sentimiento se acabara, ¿era mucho pedir eso?, ¿qué todo se acabe y termine bien para todos?

Había pensado muchas veces en decirle a su terapeuta lo que pasó y que este le diera el mejor consejo para esa situación, pero después descarto la idea, sabía muy bien que la ética de su psicólogo era en decirle que hablara y si no lo hacía, lo haría él, tenía que hablar porque no podía quedarse callado si eso ponía en riesgo a muchas vidas inocentes, su amigo no era peligroso, no lo era, no sabe que pasó para que él explotara como lo hizo y cometiera ese acto tan cruel, como ya lo pensó antes, prácticamente estaba contra en decir la verdad o no.

El sentimiento de culpa comenzó a florecer de manera alarmante cuando conoció a Malik, aquel egipcio que muchos le ponían la etiqueta de lunático y demente, pero realmente, ese hombre parecido a uno de sus mejores amigos, poseía algo que simplemente lo atraía, lo supo cuando hablaron por primera vez en el hospital un día que fueron a ver a Atem, sus amigos cortaron la conversación para irse y dejar solos a aquel familiar que simplemente daba miedo, pero no fue la única vez que miró aquel cenizo, claro que no, días después se habían vuelto a encontrar y esta vez intercambiaron números telefónicos.