8 minutes ➳ soonhao

0.1

Con la música de Red Velvet sonando en sus audífonos, SoonYoung miró la hora en la pantalla de su ordenador y suspiró pesadamente, apenas daban las seis y pico de la mañana y él ya se sentía aburrido. Malditas vacaciones murmuró para sí mismo mientras pasaba ambas manos por su rostro y pensaba en algún asunto productivo o no en el cual pudiera ocupar el resto de su tiempo hasta que llegase una hora prudente para ir a desayunar.

Tuvieron que pasar alrededor de 10 minutos para que el pelinegro lograse recordar con éxito el nombre de la nueva plataforma virtual que era sensación en el mundo. 8 minutes.
Según SoonYoung había escuchado de sus amigos, ésta página no necesitaba de ningún tipo de registro ni contraseña, sólo necesitabas confirmar ser mayor de 17, elegir un nombre de usuario y poseer una cámara. Cosas que Hoshi sí tenía.

Tecleó rápidamente en el buscador de su navegador el nombre de dicho sitio web y dió exitósamente con éste, presionando sin cuidado el primer link que había arrojado la búsqueda. Al momento en que una notificación pidió la autorización para acceder a su cámara, SoonYoung dudó. ¿Qué diablos estaba haciendo?

✔ He leído y acepto todos los términos y condiciones de uso establecidos.

Conectando...

Conectando...

Conectando..

¡Conexión establecida!
hoshi_ksy saluda a the8guy

F(x) sonaba suavemente de fondo cuando Hoshi escuchó la notificación de burbuja que indicaba que había alguien del otro lado de la línea. El muchacho de ojos rasgados alzó la mirada de su móvil y sintió cómo su mundo se detenía al ver a la persona del otro lado. Quizás fuese el bonito significado de la canción, o la sorprendida mirada del chico lindo que se encontraba en la pantalla de su ordenador, pero Hoshi se sentía tremendamente anonadado por su rostro. Era hermoso.

  1 minuto y 17 segundos.

Kwon cayó en la cuenta de que había pasado alrededor de dos minutos apreciando el particular encanto del chico del otro lado en silencio, por lo que, avergonzando, hizo una reverencia mientras sonreía y saludaba como acostumbraba.

—¡Hola! ¡Mi nombre es Hoshi! Es un placer conocerte.

—¿Sabes? No tengo mucho conocimiento sobre coreano, pero haré mi mejor esfuerzo.—Escuchándose luego de un par de segundos después una adorable voz a través de los parlantes, SoonYoung no creía lo que escuchaba. ¿Esa dulzura de sonido era la voz del chico? Sin duda encajaba con su aspecto.

—¡Oh! ¿En serio? ¿De dónde eres? ¡Espera! No te sientas incómodo, ¿Vale? No soy ninguna especie de violador ni nada parecido, soy buena gente.—Hablando precipitadamente, SoonYoung se avergonzó bastante de haber preguntado tan osadamente algo tan peligroso como su ubicación. El muchacho sólo rió.

—Tranquilo, no había pensado eso de ti. Llámame The8, soy de China.—Murmurando a un volumen audible mientras jugaba con uno de sus audífonos, el chico autodenominado The8 le brindó a SoonYoung una adorable sonrisa que derritió el corazón del pelinegro y le hizo recuperar la fe en la humanidad.

Aquel chico le agradaba.

7 minutos con 59 segundos.
¡Se acabó el tiempo, hoshi_ksy!

Su conversación con The8 iba en el mejor punto cuando aquella notificación del diablo apareció de la nada. La pantalla de Hoshi se volvió de color negro y la búsqueda de conexión había vuelto a aparecer en su centro.

No lo podía creer.

No se lo podía creer.

Sin duda 8 minutos no le bastaron para conocer a ese adorable chico.

¿Alguna vez volvería a verlo?

Con esa pregunta en mente, SoonYoung continuó navegando en dicha plataforma por un par de horas más, topándose desde miembros viriles masculinos flácidos hasta chicas muy simpáticas de países como España y Japón.

El muchacho de ojos rasgados deseaba con fuerzas volver a topar una vez más con The8, aunque aquella oportunidad fuera una en un millón.