0.2

438 121 33
                                    

Luego de haber pasado 3 días desde la primera vez que Hoshi había utilizado 8 minutes, el muchacho de pequeños ojos había olvidado por completo dicha plataforma hasta que ésta volvió a aparecer por enésima vez en las noticias nacionales donde seguían alabando y explicando su magnífico sistema de funcionamiento.

Oh Dios, The8.

Maldiciéndose internamente por haber olvidado al nuevo amor de su vida, SoonYoung apagó la televisión y se dirigió a paso ligero a su habitación, dónde su computadora yacía solitaria y abandonada sobre su escritorio; el joven rara vez la utilizaba pues siempre creyó que su teléfono era mejor compañía que ella al ser más compacto y ligero.

Al mismo tiempo que tomaba asiento frente al aparato, Hoshi encendió éste mientras su mirada se enfocaba en la opaca pantalla que poco a poco comenzaba a encenderse. En algún momento de la espera se llegó a preguntar si sería posible volver a ver a The8 en dicha plataforma, puesto que con los cientos de millones de personas que le utilizaban por mera moda era casi imposible y utópico pensar en dar de nuevo con su chino.

Una vez ya encendida la computadora, SoonYoung siguió los pasos de costumbre y esperó a que el navegador hiciera lo suyo.

Conectando...

Conectando...

Conectando...

¡Conexión establecida!
hoshi_ksy saluda a the8guy

Fue finalmente el exorbitante sonido de la notificación lo que sacó de su encasillamiento a Hoshi, llevándolo a mirar rápidamente hacia la pantalla, donde apareció la imagen de un sonriente MingHao quien escribía su número en una hoja de papel.

“Llámame.”

8 minutes ➳ soonhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora