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Posterior a aquella peculiar llamada de confesiones y sentimientos, SoonYoung y MingHao dejaron de contactarse por la aleatoria plataforma de 8 minutes pues la oportunidad de hallarse mutuamente de nuevo por cámara sería demasiado buena para ser cierta, así que sus videollamadas se trasladaron a Line.

Dos semanas llevaban hablándose ambos jóvenes y el muchacho de ojos de rendija aún sentía el corazón en el cuello cuando en la pantalla de su teléfono aparecía el icon de MingHao, mientras por su lado, al chino aún le sudaban las manos cuando le tocaba marcar el número de Hoshi a las 9 p.m en punto.

—¿SoonYoung?—Preguntó en vano The8 a la vez que una boba sonrisa escapaba de sus labios, era obvio que él contestaría pues era su teléfono.

—No, Lee Chan.

¿Lee Chan?

—Hoshi hyung salió, en cuanto vuelva le diré que te devuelva la llamada, 8-ssi.—Suavizando la voz al terminar la frase con dicho apodo, el muchacho desconocido cortó la llamada sin siquiera esperar respuesta del otro lado de la línea, desconcertando a quién sostenía su teléfono en la mano en otro país.

MingHao no supo cómo sentirse, por un minuto se creyó la persona más idiota del mundo al pensar que SoonYoung no tendría una vida allá en Corea. Y si tenía una vida, debía de conocer personas. Y si conocía personas, debía de existir alguien especial.

Pero qué podía hacer él, en otro país completamente distinto, más que sentarse y cruzar los brazos.

MingHao comenzó a odiar las relaciones a distancia.

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⏰ Última actualización: Oct 08, 2018 ⏰

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8 minutes ➳ soonhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora