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—¿Hola?

—Hola, no pensé que llamarías.

—Yo tampoco pensé que lo haría.

Con una sonrisa que muy apenas podía desaparecer de su rostro, MingHao comenzó a recoger la ropa sucia que se encontraba desperdigada por el suelo mientras sujetaba su teléfono contra su rostro con el hombro. Tan inesperada fue la llamada de su chico coreano que a pesar de pillarle en plena faena de limpieza, bien sabía que aquella oportunidad no se volvería a dar en la vida, por lo que sin dudarlo, contestó.

—¿Por qué me cortaste?—Preguntó MingHao entre risas mientras encestaba sus calzoncillos sucios en el cesto de la ropa igual de maloliente. El muchacho chino podía imaginarse a la perfección el rostro de hámster de SoonYoung colocándose nervioso por la pregunta, haciendo así que sus ojos se volvieran más pequeños de lo que ya eran.

—¡YAH! ¡Estaba nervioso, no es mi culpa que me gustes tanto! Ah-

Silencio, dulce silencio fue lo que The8 dejó flotando en la línea a la vez que el coreano tapaba su boca con ambas manos y sus mejillas comenzaban a arder en vergüenza.

¿Acaso Hoshi acababa de admitir que gustaba de él? ¿No era muy pronto? Se cuestionó mientras su sonrisa se ensanchaba aún más.

—¿No es demasiado pronto para hacer esas confesiones, Kwon SoonYoung?—Tomando asiento al borde de su cama mientras observaba la computadora a través de la cual conoció a su coreano, Hao revolvió su cabello con la diestra.

—Nunca es muy poco tiempo para enamorarse, Xu MingHao.

Y entonces el chino comenzó a pensar que quizás él también se estaba enamorando de SoonYoung.

8 minutes ➳ soonhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora