El final del otoño comenzaba a hacerse presente en la ciudad, y aunque no haya sido precisamente la temporada más fría del año, pareciese ser que las bajas temperaturas que no estuvieron presentes durante aquellos tres meses, días antes del inicio del invierno habían querido aparecer.Y gracias al repentino cambio de clima, la salud se veía afectada.
Tal era el caso de Seokjin, quien la noche anterior no había sido capaz de dormir gracias a las molestias que le causó el resfriado que padecía.
No solía enfermarse tan seguido, y eso era considerablemente una ventaja, pero aún así, no siempre era la excepción.
La verdadera cuestión aquí era saber, como con tal estado en el que se encontraba el pelirosa, había sido capaz de levantarse de su cama e ir camino al parque. Eso podría ser algún super poder considerando que apenas y podía decir palabra por la molesta tos que presentaba.
Pero de ninguna manera dejaría de ir al parque sólo por la simple razón de que sus defensas sean tan frágiles. Iría si o si.
Porque había una razón para hacerlo.
El sol que había brillado en el cielo las últimas semanas, esa tarde estaba ausente. Y aunque Seokjin dijese lo contrario, extrañaba que el astro antes mencionado le diera calor por lo menos ese día.
Nuevamente a las 4 de la tarde, el chico con hoyuelos volvió a llegar al mismo sitio que había estado yendo las últimas semanas, y al cual ansiaba que el reloj marcase las 3:00 que anunciaba que debía marcharse y pasar por aquel parque.
A lo lejos, Namjoon ya había notado la silueta de su amigo, y había acelerado el paso para llegar más pronto. Ni él mismo sabía cual era la prisa por llegar a ese lindo árbol.
La sonrisa en el rostro enrojecido de el mayor se hizo presente cuando notó que el contrario venía hacia donde él se encontraba, y cuando estaba a punto de saludarle, soltó un gran estornudo.
-¿Hyung?- dijo el menor cuando vio estornudar a su compañero.
-Nam...- una vez más, los microbios fueron expulsados del organismo del pelirosa por medio de un estornudo.
-¡¿Cómo se le ocurrió venir con semejante clima y en ese estado?!- No gritó, pero la preocupación en sus palabras era más que evidente.
Seokjin quiso decir algo, pero lamentablemente para él, su voz no se lo permitió.
Y aunque el mayor ya estaba bastante abrigado, el chico con hoyuelos se retiró la bufanda gris que tenía puesta alrededor del cuello y se la colocó a quien se encontraba enfrente de él, ayudándole a levantarse.
-Ha comenzado a descender la temperatura, hyung, déjeme llevarlo a su casa.
-Yo... así esta bien, Nam, no tienes porque hacerlo.
Namjoon hizo caso omiso a las palabras de el pelirosa, preguntándole por su dirección para acompañarle hasta aquel lugar, que para fortuna de ambos, era algo cercano del parque.
El camino fue algo silencioso, ya que aparte de que la voz de Seokjin era inaudible, ninguno sabía exactamente que decir para hacer más ligero el ambiente y algo más cómodo.
Las nubes grisaseas esparcidas por el cielo chocaron entre sí provocando un ruido estruendoso que anunciaba la pronta presencia de la lluvia.
-Temo que la lluvia tardará en terminar, Nam, no quiero que vayas por las calles con semejante clima.
-No es tan lejos, hyung, no hace falta, vendré luego para ver como se encuentra.
Pero Seokjin no quería que Namjoon se marchase de su casa.
-No, Nam, yo- tartamudeaba- hace frío y llueve, puedes esperar si prefieres, además me harías compañía.
-No quiero ser molestia, de verdad, no pasa nada.
-Y yo no quiero que te enfermes.
Quizá quedándose podía contagiarse del resfriado que el contrario tenía, pero no le importó.
-Para pasar el rato ¿Qué le parece si le cuento mi historia favorita?
-Esta bien, Nam...Namjoon, vamos, cuéntame- el pelirosa se sentó en la cama donde anteriormente se encontraba acostado, prestando atención al menor.
-Es de dos chicos. Naomi y Toshiro, ellos se conocen porque estudian en el mismo colegio y son muy buenos amigos. Era por 1945, cuando Japón estaba en guerra, aunque ninguno de los dos tomase mucha atención sobre la situación, sabían que algo andaba muy mal. Pero a pesar de eso, comenzaban a gustarse mutuamente y verse cada día los hacia muy felices, aunque tuviesen que lidiar con la pobreza como consecuencia del enfrentamiento de su país, siempre se apoyaban, tanto que Toshiro le daba la poca comida que tenía a Naomi para que ella no pasase hambre.
No sabría decirse si Seokjin estaba más concentrado en la historia, o en la bella forma en la que se veía el contrario tratando de explicar la historia pacientemente recordando cada detalle, por más pequeño que este fuese.
-Pero llegaron las vacaciones de verano y los dos tuvieron que separarse por un mes. Toshiro iría iría visitar a sus abuelos y Naomi se quedaría en su ciudad. Por lo tanto, tardarían semanas en verse. Y una mañana de agosto, de un avión que sobrevolaba el cielo de la ciudad, dejó caer un tanque que causó una gran explosión y cobró la vida de miles de japoneses, dejando a otros muchos heridos.
-No me digas que...- los ojos del chico de pelo rosa comenzaron a cristalizarse.
-Naomi se encontraba en la ciudad ese día- suspiro -No murió, pero quedó herida, ya que la radiación alcanzó a afectarle.
-¿Y-y Toshiro?- la voz de Seokjin sonaba temblorosa.
-No supo de Naomi hasta diciembre de ese año, todos los días le visitaba en el hospital. Sabía que no le quedaba mucho tiempo a su amiga, y también sabía sobre lo supersticiosa que era, por tal motivo, había pasado mucho tiempo haciendo grullas para juntar las mil que según la tradición japonesa quien las logre unir todas cumplirá su más grande deseo, por lo que Toshiro se dio a la tarea de realizar las mil, llevandolas a su amiga el día que ella murió.
-P-pero Naomi, no, no, no- el mayor había comenzado a sollozar, cosa que hizo que el menor se acercase a él y lo rodease con sus brazos, tratando de tranquilizarle.
-Juntaron las mil grullas y Naomi pudo verlas, Jinnie hyung, y eso es lo que importa.
-Ella merecía vivir, yo ah, debemos juntar las mil grullas, Nam, y llevarlas a Hiroshima.
-Tenga por seguro que lo haremos, Jinnie hyung.
Esa noche ninguno de los dos durmió hasta pasadas las 3:00 am, ya que avanzaron en la recolección de grullas. Cabe decir que en lugar que dormir en la cama como personas normales, quedaron con los brazos rodeando en cuerpo del otro en un sofá demasiado cómodo, por cierto.
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Me ha quedado más largo de lo normal;-; pero se me salió la inspiración porque mil grullas es mi historia favorita y aún no la supero. La leí en sexto de primaria y nAOMI NO MERECÍA MORIR ALV.
YA BAI
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Origami (折り紙) n.j.
Short StoryDonde Namjoon le enseña a ser figuras de Origami a Seokjin cuando está triste.