επτά

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-¡Seokjin hyung!- gritaba Namjoon mientras corría al lugar donde se encontraba el antes mencionado.

La pulsación del menor estaba a mil por hora, sentía un nudo en la garganta y que el corazón se le escapaba del pecho. Pero no pensaba, ni se concentraba en las intensas ganas de vomitar que se le presentaban.

En lugar de eso, tomaba las muñecas del pelirosa y las tocaba buscando alguna señal de pulso, pero era mínima. El pecho del mayor se movía perezosamente. Quizá no era experto, pero Namjoon sabía que debía tratar de reanimarlo. Se había desmayado, eso no significaba nada bueno.

Si algo agradecía, era que aún quedaba gente buena en el mundo, pues inmediatamente se dio cuenta de lo que ocurría, un chico de cabello anaranjado llamó a la ambulancia. También parecía preocupado, pero el chico con hoyuelos no se dio cuenta de la acción de quien los miraba y esperaba impacientemente la llegada de los paramédicos.

-Aguante, Jin, por favor, sólo aguante- Sin que se diese  cuenta, Namjoon había empezado a sollozar.

Los paramédicos no tardaron en llegar, y mientras el mayor era atendido para ser llevado al hospital, el menor aún no era completamente consciente de lo que estaba ocurriendo.

El chico de cabello anaranjado trataba de tranquilizarle, era inútil que lo hiciese, pues aquel muchacho de hoyuelos se encontraba demasiado nervioso. Temblaba y no reaccionaba.

-Tranquilo, ya verá que estará bien, esperemos que no sea nada grave, sólo respire ¿si?- Pero Hoseok no recibía respuesta, estaba seguro que probablemente Namjoon ni siquiera escuchaba lo que le decía.

El impacto era gigante en el chico, tanto, que inclusive cuando la ambulancia tomó camino hacia el sanatorio, sólo se tumbó de rodillas sin saber exactamente que hacer. Y era entendible, no sería fácil encontrar la manera correcta de hacer las cosas en estos casos.

Así que Hoseok se ofreció a llevarle al hospital y acompañarle. Fue de gran ayuda, ya que Namjoon siquiera tenía pensando como llegaría hasta aquel edificio al otro lado de la ciudad. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas, las manos y el cuerpo entero le temblaban y aún no parecía entender muy bien del todo.

El camino se hizo lo bastante más largo de lo que se hubiese querido. Las palabras estaban de más, uno no sabía que decir para animar a su compañero, y el otro, simplemente seguía en shock.

Por fin habían llegado, y Namjoon había dejado de llorar. Gente por todos lados corrían pérdidas en sus pensamientos, como era el caso del menor.

La sala de espera era silenciosa. Ponía los nervios de punta no escuchar sonido alguno más que el de la respiración de las otras personas. E inclusive, si te concentrabas más, podías escuchar el latido de tú corazón. Era horrible la sensación.

El reloj contaba el tiempo, y la única cosa que en realidad era diferente, era el hecho de que ahora Yoongi se encontrase ahí. La llamada lo alertó, puesto que Namjoon apenas y podía pronunciar palabra, tuvo que hacer un esfuerzo para entender a lo que se refería su amigo, pero símplemente olvido el entenderle y salió corriendo hasta ese sitio.

-¿Familiares de Kim Seokjin?- Hacia bastante rato ya que esperaban que aquella persona con bata blanca se acercase a hablarles.

-Nosotros somos, doctor- Yoongi fue quien se dirigió al médico, eso hizo que Namjoon cayera en cuenta que traían noticias. Buenas o malas, eran noticias.

Supieron que el pelirosa había tenido un desmayo causado por una rara condición que padecía. Namjoon nuevamente se soltó a llorar siendo consolado por los dos chicos que tenía a un costado. Tuvo que tranquilizarse, pues aún tenía que escuchar más cosas, no sabía todavía cual era el estado de salud de su compañero, y saberlo, le ponía el corazón a latir rápidamente.

-Su condición es delicada, hemos logrado reanimarlo, pero aún no esta fuera de peligro del todo. La reanimación que se le practicó antes de ser atendido fue muy eficaz y logró que su cerebro no estuviera mucho tiempo sin oxígeno.

-¿P-puedo pasar a verle?- el chico con hoyuelos tenía la voz temblorosa, y quizá hasta le dolía el hablar.

El médico asintió, indicándole que podía pasar a la habitación donde el mayor se encontraba. Cada paso que el menor daba lo ponía más nervioso, y cada metro menos de distancia hacia la habitación hacia que las lágrimas quisiesen volver a salir.

Tomaba lentamente la manija de la puerta mientras intentaba darle vuelta. Apretaba los ojos intentando no ver hacia lo que se encontraba detrás de la puerta y trataba de tranquilizar su respiración. Mientras caminaba miraba al pelirosa respirar con dificultad, notandose aún las consecuencias de lo que horas atrás había pasado.

-No sé que haría sin usted, mi vida, no me asuste así más, por favor.

Detuvo el paso para incarse junto a la cama de Seokjin y tomó su mano para luego llevarla a sus labios y dejar un corto beso en ella. Los sollozos que había guardado todo este tiempo los liberó empapando la sábana blanca que se encontraba en frente de él.

-Esté lugar... usted no debería estar en un lugar como éste- tartamudeaba mientras le trataba de sonreír- Vámonos muy pronto, Jinnie.

A lo lejos escuchó una voz que le llamaba. Aquella era proveniente de la puerta, la cual estaba medio abierta y mostraba la silueta de una persona. Pasó sus manos por sus ojos secandolos y salió del lugar.

-Por la falta de oxigenación su cerebro puede tener algunos problemas, la pérdida de memoria sería uno de ellos, así que debemos estar preparados para cualquier cosa- El doctor le explicaba con el mayor tacto que podía, pues no quería que la noticia fuera demasiado fuerte para quien se encontraba frente a él, aunque ya fuese consciente de eso.

-P-pero qué es, yo aún, aún no me queda claro.

-Son muchos factores los que intervienen, y muchas causas por igual. Por lo que hemos observado en el paciente lo suyo fue por una mala dosis del medicamento recetado que tomó. A veces este es contraproducente y hace más daño del que alivia. Aún así, tiene que ver con la enfermedad que padece, crisis así son normales en este tipo de personas.

-¿Usted cree que se pondrá bien?

-Costará trabajo que sea la misma persona de antes, pero nada es imposible, muchacho.

Namjoon trató de sonreír pensando en que las cosas mejorarían. No todo estaría mal, sólo necesitaba ser fuerte, Seokjin necesitaba que él fuese fuerte.

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Buenoooo pues les dije que se venía el drama y acá está.
Ya sólo me falta el capítulo final y el epílogo para terminar esto
FELIZ AÑO NUEVO
AYER ME PUSE SENTIMENTAL POR EL CUMPLEAÑOS DE TAE ALV.

El capítulo sigue estando viejo y por eso lo del cumpleaños de Taehyung, igual ya no falta mucho para el de este año ay.
L

as letras negras no son piolas chau.

Origami (折り紙)  n.j.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora