resumen.
Cuando Dean se despertó el Día de Acción de Gracias, nada fue diferente. El aire no era más ligero, con cualquier tontería de alegría que Hallmark trataba de pedalear, su dolor de cabeza no era mejor, y todavía llevaba la camisa de caza de sangre de hierro. Se sentó con un gemido, se pasó los dedos por el pelo y parpadeó el resto de su inquieto sueño.
...
Un destello de memoria nebulosa lo atravesó, y vio a su hijo de cuatro años que miraba a algún maestro de educación preescolar sin rostro rodeado de pequeños pavos de impresión manual.
-¿Y por qué estás agradecido, Dean?
Él rió sin alegría, y sus dedos picaron por una botella de cerveza. Estoy agradecido de no haber matado a mi hermano. Estoy agradecido de haber borrado ese nido de vampiros. Estoy agradecido de estar vivo. Un poco
No se molestó en ponerse los pantalones antes de entrar en la cocina. Feliz Día de Acción de Gracias.
Cuando Dean se despertó el Día de Acción de Gracias, nada fue diferente. El aire no era más ligero, con cualquier tontería de alegría que Hallmark trataba de pedalear, su dolor de cabeza no era mejor, y todavía llevaba la camisa de caza de sangre de hierro. Se sentó con un gemido, se pasó los dedos por el pelo y parpadeó el resto de su inquieto sueño.
No podía recordar ninguna pesadilla, pero los sintió, arrastrándose en las sombras de sus pensamientos. La cacería de la noche anterior había sido muy cercana. Dean había estado distraído y estúpido, y debido a eso, Sam había pagado el precio con un hombro dislocado y un hickey profundo de vampiros. La culpa de ella había caído durante la noche, y ahora se sentó pesado y sentia algo agrio en su tripa como una leche mala.
Un relámpago de memoria borrosa lo atravesó, y vio a su hijo de cuatro años mirando a algún profesor de preescolar sin rostro rodeado de pequeños pavos de impresión manual.
-¿Y por qué estás agradecido, Dean?
Él rió sin alegría, y sus dedos picaron por una botella de cerveza. Estoy agradecido de no haber matado a mi hermano. Estoy agradecido de haber borrado ese nido de vampiros. Estoy agradecido de estar vivo. Un poco
No se molestó en ponerse los pantalones antes de entrar en la cocina. Feliz Día de Acción de Gracias.
Nadie estaba despierto todavía, y la cocina estaba vacía. Vacío y sorprendentemente limpio. El ridículo frutero en el mostrador, el fregadero despejado. Sam incluso había logrado apilar las ollas por una vez. Dean abrió la nevera y encontró que también estaba vacía, casi medio paquete de cervezas, migas en un molde de pastel, una jarra de leche, una caja y una mitad de comida china. Su estómago le dio una sacudida hambrienta, pero la obligó a bajar, y en el momento en que Cas había entrado en la cocina, todavía estaba allí de pie, la mano en la puerta del refrigerador, debatiéndose los méritos de una corrida de suministro de 7 de acción de gracias.
-Buenos días, Dean -murmuró Cas con sueño-. Él tampoco se había molestado con la ropa, y lo único que logró lanzar, además de los boxers negros sin nombre, era una bata de búnker. Se sentó pesadamente a la mesa y ahogó un bostezo en el dorso de su mano. "¿Dormiste bien?"
Dean estaba tirando de su pelo de nuevo, y él respondió sin girar. Necesitaba una bata antes de ver a Cas medio vestido con el cabello dormido. "Como un bebé."
Cas sonrió alrededor de otro bostezo. "Bien yo estoy contento."
Un tramo de incómodo silencio. Dean oyó a Cas moverse en su silla. -¿Sam esta despierto?
