Capítulo 18. No todo está perdido

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(Foto de arriba hecha por Maomayuu)

Hacía frío. Demasiada luz. Bon no sabía con certeza dónde se encontraba. Le dolía la cabeza. Llevaba una venda puesta alrededor de su frente. Abrió los ojos lentamente. No había nadie. Sólo se oían los latidos de su corazón en forma de pitidos a través de una máquina.

- ¿Dónde estoy?- fue lo único que podía decir en ese momento.

- Eso puedo decírtelo- una chica castaña entró a la habitación.

- Irene... ¿Qué ha pasado?- poco a poco iba levantándose de aquella incómoda camilla.

- Pues... ¿cómo te lo explico de una manera fácil?... Secuestraron a Bonnie, ideamos un plan para ir a rescatarlo, lo encontraste, no os dejaron escapar, Bonnie ahora es un bebé y has estado inconsciente 1 día entero... ¿ya?

- Eeehh... No sé qué decir... Espera... ¡¿cómo que Bonnie es un bebé?!- Bon se alteró bruscamente, provocándole más dolor en la zona golpeada- A-auch...

- Hey, cálmate, no hagas nada brusco o te irá peor- la castaña suspiró-. Sí, Bonnie ahora "tiene" 6 meses. El rayo que usó Morado era más potente que el que usé yo con Bonnie.

- Pero, ¿está bien?

- Sí, está perfectamente. No tiene nada grave, sólo se golpeó levemente la cabeza, aunque no sé hizo ningún daño he decidido dejar que descanse para que pueda hacerle pruebas a ver si aún recuerda algo... o no.

Bon se quedó callado. Ahora recordaba todo. Maldijo a Morado entre dientes por haber tratado así al pelimorado. Si lo volvía a ver, seguramente lo mataría al instante.

- Y, ¿dónde está? ¿Lo puedo ver?

- Está en casa de Golden. No podíamos traerlo aquí, pues al recuperarse, al ser un bebé, habrían dicho de quedarse con él y hacerle más pruebas para que estuviera sano del todo, y podrían descubrir que tiene una mente de 16 años teniendo, supuestamente, 6 meses, por lo que llamarían a algún laboratorio para hacerle controles de inteligencia y eso no sería bueno. Por lo que dejamos a Bonnie en la mansión para que reposara tranquilo.

- Ya veo. Al menos me alegro de que esté bien...

- Disculpe señorita- una enfermera se dirigió a la chica-. Tengo que hablar con el paciente, ¿puede esperar en la sala?

Irene asintió y salió de la habitación para sentarse en la sala de espera con su móvil. Mientras, al peliazul le daban una medicina y el alta. Resulta que no había sido nada grave, pero debía estar tranquilo durante los próximos días. Cuando ya tenía el permiso para salir, fue junto a la castaña hacia la mansión del rubio, pensando en ver otra vez al pelimorado. Una sonrisa boba y un sonrojo se hicieron presentes en la cara del peliazul y la castaña no lo pasó desapercibido. Llegaron a la mansión, y fueron recibidos por Golden, muy sonriente.

- Ah, ya volvieron, ¿qué tal te encuentras, Bon?

- Mucho mejor, gracias.

- Le han dicho que debe estar tranquilo... ¿puedes decirle dónde está Bonnie?- Irene quería ir directa al grano.

- ¡I-Irene!- se quejó el peliazul.

- Claro, seguro que quiere verlo. Sígueme- el rubio se dio la vuelta, y Bon le siguió algo nervioso.

Muchas preguntas pasaron por su mente. ¿Se acordaría Bonnie de él? ¿Podrá Irene devolverlo ahora a la normalidad? ¿Cómo se vería siendo un bebé?... como era de esperarse su cara no tardó en volverse roja. Golden lo guió hasta su habitación y lo dejó entrar. El peliazul clavó su vista en la cuna al lado de su cama. Se acercó lentamente hasta ella para luego ver a un pequeño bebé durmiendo agarrado a un conejito de peluche. Salió corriendo de allí.

Volviendo a ser joven (BonxBonnie) [1° Libro]Where stories live. Discover now