Ena, una joven maga, emprende una aventura para hacerse mas fuerte y poder saber sobre la localización de sus padres biológicos, pero por el camino, se encontrara con todo y de todo, hasta podría incluso caer sobre un amor prohibido
Después de la risa, no oía pasos, no le oía hablar, no le oía ni acercarse a la puerta.
¿Que tendrá planeado? ¿Que piensa hacer conmigo exactamente? ¿Cuales serán sus planes hacia mi?
Lo único que creía que podía hacer era mirar la puerta durante un rato, pero no pasaba nada.
Pasaban las horas y no venia nadie...
Esto comienza a desesperarme
Me levanto y vuelvo a mirar a los alrededores, pienso de nuevo en esa puerta que tiene ahí pero que no conseguía ver nada, tenia el miedo de usar mis poderes por si acababa quemando algo, pero no tengo otra alternativa, necesito ver que puedo hacer.
Encendí una pequeña llama que salio de mi dedo indice y lo acerque a la cerradura para que entrara por el agujero y así que mi llama llegara flotando hasta la habitación de al lado.
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Pude meter la llama dentro y después de eso mire por la cerradura para ver que podía verse en el interior
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Desgraciadamente no era la salida, me hubiera gustado que fuera así, pero aun así no perdía lo interesante, ahí había varias mascaras colgadas y muy parecidas, o podría decir que iguales, todas eran absolutamente iguales, también había algunos ropajes suyos, y de lo poco que podía ver porque la llama no me daba tanta luz, creo que al fondo tenia una mesa de trabajo, supongo que para sus armas y demás de lo que quiera hacer.
Me sentía un poco desmotivada porque no veía forma de salir, no veo otro remedio que cuando no se entere reventar la puerta con una llamarada, lo siento, pero no pienso quedarme aquí, me encantaría pasar mas rato contigo, pero me parece que mis amigos me esperan.
Me quede sentada en el suelo pacientemente con una sonrisa en mi cara, tenia un plan en mente que dudo que vaya a fallar, cuando sea la noche y el se vaya a dormir, yo reventare la puerta y me marchare de aquí, minimizando el ruido lo mejor que pueda, así no se dará cuenta.
Al cabo de un rato, comencé a oi los pasos, sabia que era el, yo esperaba pacientemente, vamos Ena, solo tienes que aguantar hasta que el se vaya a dormir y sera tu momento.
