Ena, una joven maga, emprende una aventura para hacerse mas fuerte y poder saber sobre la localización de sus padres biológicos, pero por el camino, se encontrara con todo y de todo, hasta podría incluso caer sobre un amor prohibido
Antes de empezar con la historia me gustaría pedir disculpas por esta desaparición, entre los estudios y ahora disfrutando de las vacaciones me ha hecho recordar que tenia una estupenda historia aquí : '3 os compensare de alguna manera este fallo por mi parte... y ahora, comencemos!
<Narra Ena>
La noche estaba muy bonita, y agradezco que hiciera luna llena, podíamos ver el camino sin ningún problema, durante un buen tramo estuvimos callados con el miedo de que nos oyeran, pero cuando ya estábamos bastante lejos del templo comenzaron las risas:
- ¿De verdad es una escuela de ninjas Ena? Mi padre se hubiera enterado mejor que cualquiera de ellos- cuando dijo eso siguió con las risas
- La verdad es que hemos tenido mucha suerte de poder haber salido de allí... que olor a humedad... ¡me encanta!- Dije al notar el olor
- Si... la verdad es que esta noche esta siendo perfecta...
<Narra Jhin>
Es la noche perfecta para que transciendas, es la noche perfecta para que un ángel como yo te lleve a los cielos y te haga de ti una obra perfecta, pero... algo me frena, en todo este camino, noto algo que me frena, podría matarla en estos momentos, ese era mi plan, cuando llegáramos a la piedra, matarla, pero... no siento las ganas... Maldición... ¿pero que me ocurre? Me he pasado todo el camino mirándola, y todo lo único que puedo haces es sonreír como un tonto... no puedo concentrarme...
<Narra Ena>
Me dispuse a caminar estando al borde de un riachuelo, la corriente estaba dando muy fuerte por la lluvia de antes, se veía los reflejos que daba la misma luna, me quede embobada mirándola, parándome en seco
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<Narra Jhin>
Caminando absorto en mis pensamientos, me di cuenta de que me quede caminando solo, me gire y ahí estaba ella, embobada mirando el río, se me ocurrió una idea ... un accidente, un accidente muriendo ella ahogada, es una muerte lenta, pero con mucha expresividad y movimiento, no me pareció mala idea, me acerque sigilosamente a ella para luego fingir un tropiezo y empujarla al río, ella comenzó a caer de manera elegante, no esta mal para algo no esperado, después de que cayera, comenzó a gritar, pidiendo mi ayuda, mala suerte, parece que no puedo moverme...
Ella se dispuso a gritar con mucha fuerza, por una parte me sentía satisfecho, pero por el otro me sentía que quería protegerla, intente contener las ganas de ir corriendo tras ella, pero al final me pudo, me dispuse a correr, aunque cuando ya me había decidido ayudarla ya la tenia lejos, iba directa a una cascada:
- ¡Maldición! No tengo otra...
Me lance al río para así poder alcanzarla y caer juntos por la cascada, si no salimos vivos de esta, bueno, por lo menos, seremos dos cuadros hermosos...
