Ena, una joven maga, emprende una aventura para hacerse mas fuerte y poder saber sobre la localización de sus padres biológicos, pero por el camino, se encontrara con todo y de todo, hasta podría incluso caer sobre un amor prohibido
No se donde me llevaran, no se ahora que es lo que me prepara el destino, pero por todo lo vivido por el momento... no iba a ser cosas buenas, no me hacia la idea de cuanto tiempo estuve desmayada, pero mientras estaba en ese trance, estaba en un sueño, un sueño alegre en el que había encontrado a mis padres adoptivos, volvía a casa y estaban todos felicitando mi llegada, había de todo, tarta, un cartel de bienvenida, comida por doquier... tenia a todos allí, a mi maestro... a Wukong... Jhin... ¿Habre cometido un error tras haberle dicho que no? todavía me lo estoy preguntando... ¿Que habría pasado si le hubiera dicho que si? ¿Tendría que haber puesto delante el amor antes que a mis padres? Tenia muchas preguntas en mi mente y por desgracia no había ninguna respuesta... Y mi instinto dice que no las sabre nunca y no solo eso, me he hecho la idea de que nunca le volveré a ver, lo mejor que debería hacer es olvidarle, seguramente encuentre a otra mejor que yo y mas preparada para asentarse, va a ser muy duro... Olvidarle me va a ser muy duro... Pero... intentare hacer el esfuerzo...
Cuando ya conseguir despertar y mirar a mi alrededor con dificultad, estaba claro que no estaba en un lugar conocido, pero era muy tranquilo, una habitación muy amplia con sonido muy tranquilizante del rió, notando como el aire acariciaba mi pelo, estaba la puerta abierta, mostrándome el exterior del lugar, había muchos arboles, y tras fijarme mejor, no era un rió, era una fuente la que hacia ese ruido en el que había una charca, el ambiente me era muy agradable, me encontraba sola, no había nadie a mi alrededor, de lo único que tenia fuerzas para moverme era levantarme un poco, el andar no lo tenia muy claro, sentía mucho dolor por todas partes, era como si me hubieran dado una paliza mientras estaba desmayada, cosa que me dejo dudosa, decidí que lo mejor era esperar y disfrutar del ambiente, demasiadas cosas me han pasando, un poco de descanso no hace daño a nadie...
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Y después de haber esperado un buen rato, comencé a oír pasos, y ahí lo único que pude hacer es girarme como pude, mirando en dirección hacia donde seria la puerta que tenia delante de mi, ya sentía curiosidad de quien podría ser, y cuando ya la puerta abrió, entro un chico de un aspecto un tanto curioso para mi, tenia pinta de ser un poco mas mayor que yo (o de la misma edad, no estaba muy segura), caminaba en un aire tranquilo llevando con el una guadaña, vaya arma mas... interesante... antes de que yo pudiera decir algo el se me adelanto para hablar
- Vaya... Ya era hora, ya te tomaba por muerta - Dijo en un aire un tanto vacilón
Mi respuesta ante eso fue poner una mueca de disgusto a lo que el en respuesta a eso, comenzó a reír de manera aun mas vacilante
- Tienes suerte de que estés bajo mi cuidado y no a la de mi maestro, créeme, es muy rencoroso, y te le tiene un poco jurada por el aprieto en el que le habías metido por no obedecer...
Y tras decir eso intente hacer memoria, y parecía que no lo conseguiría pero entonces... una explosión de recuerdos me dio en la mente, recordé a ese hombre de las sombras, como fue que por mi culpa casi lo matan y fue rescatado por Shen, mis ojos se abrieron como dos platos y tal reacción fue lo que hizo reír al chico, y después de las risas por su parte comenzó a hablar de nuevo
