1.- Volver al pasado.

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Perdido en las manecillas del reloj, pienso en lo duro que es mantener la paciencia, esperando y esperando toda la tarde a una persona que sé, por costumbre, no llegará.

Hoseok suele ser un irresponsable de mierda con frecuencia, aparte de fastidioso en su mayoría. Pero el hombre no tiene igual a pesar de cualquier defecto o virtud que nombre, por eso, y talvez más cosas me enorgullece ser su mejor amigo, no ahora, porque en estos claros instantes solo quiero arrancarle la piel de a mordiscos, bañarlo en gasolina y prenderle fuego, eso quiero ahora.

Sonrío, ya son más de las nueve, no va a llegar el desgraciado.

Estoy cansado, y cansado cuento los minutos para dejar ese lugar e irme a casa, en donde Kkanji me ha de estar esperando para cenar a la luz de las velas. Sí, Kkanji es un gato, no mi novia.

Estiro mis brazos entumecidos como forma de desesperezarme. Me retiro del restaurante en donde sinceramente he ido solo a calentar asiento mientras esperaba, no sin antes, dejarle una propina a la camarera que se ha paseado casi gran parte del tiempo que he estado ahí, preguntándome lo que pediría para comer, a lo cual la he rechazado como siete veces. La pobre se retiraba algo inquieta con cada negación y luego volvía apenada y con la esperanza de que me decidiera por algún platillo. De más estaba decir que odiaba comer en otros lugares que no fuesen mi hogar.

Maldito Hoseok, poniéndome en situaciones complicadas desde tiempos inmemorables.

Al salir del lugar, algo impactado por el viento helado que me golpea la cara de repente, caigo en cuenta que no tenía mi auto estacionado para transportarme, recordando así que lo había mandado al mecánico para que arreglaran el motor que ultimamente no hacía muy bien su labor. Por ende, no tuve más remedio que caminar hasta llegar a casa. Aunque podía llamar un taxi como en la mañana, prefería hacer algo sano que solo comer lechuga en el desayuno. No me vendría nada mal ejercitar un poco las piernas.

Emprendí lo que sabía, sería un largo camino, mientras aprovechaba y le mandaba mensajes de odio a mi mejor amigo mediante el móvil.

"Habíamos quedado en cenar juntos, imbécil".

"Eres un maldito irresponsable, por eso no te ascienden en el trabajo".

"Me la chupas". Etcétera, etcétera, etcétera.

Hacía mucho frío, me helaban hasta las pelotas. Así caminara lo más rápido, seguía sintiendo que me iba a congelar en cualquier segundo, a parte que mis piernas ya no respondían como antes, no sé si por el hecho de que los trescientos sesenta y cinco días del año andaba en auto o porque a mis veintiseis de edad un anciano de huesos débiles vivía dentro mío.

Volví a mandarle un mensaje de odio a lo que acomodaba mi bufanda.

"Te odio, por ti estoy en medio de la noche CAMINANDO hasta mi casa, tengo mucha hambre y de seguro Kkanji también, e igual estoy de cansado y con frío. Ah, y todo es tu culpa".

Leído. Leído. Leído.

Hoseok había leído todos los mensajes y no me respondía. No es como si a estas alturas me sorprendiera pero al menos estaba al tanto de mi repudio hacia su persona.

Pobrecita la novia que le tocara aguantarlo.

Negué y decidí seguir con el inacabable camino, cuando como de la nada una mujer se me cruzó por delante. Fue una cosa rápida que me puso los pelos de punta porque la tipa estaba pasando en cuanto alcé la cabeza.

Por su forma de caminar y hablar (Estaba balbuceando incoherencias) , supuse que dicha mujer de vestido rojo pequeño no estaba dentro de sus cinco sentidos. Y, oh sorpresa, la que aparentaba un estado fatílico de ebriedad, se adentró en pasos cortos pero rápidos a un callejón. Con esos tacones no creí que llegaría muy lejos aquella femina, así que sí, la seguí un poco preocupado.

Back To The Past [VTae/VHyung/TaeHyung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora