¿Solo amigos?

Cap. 2 Haciendo amigos... y enemigos

Narra Link

Zelda y yo salimos corriendo de la sala y fuimos a parar al patio. Nada más llegar me senté al lado de Zelda, quien no paraba de mirarme.

    -Link... estás sangrando... déjame que te limpie -dijo Zelda.

    -No hace falta... pero gracias -respondí sonriente.

Zelda sacó un pañuelo de su manga, se acercó a mí y empezó a limpiarme la sangre.

    -Siento mucho que Malton se haya comportado así... Él y su pandilla son unos abusones con los chicos, al menos no siempre con las chicas...

    -¡¿Con las chicas también?! -exclamé sobresaltado- ¡Dime que no te a hecho nada a ti!

    -Tranquilo -contestó con una leve sonrisa-, a mi no me ha hecho nada.

    -Uff, menos mal... -dije aliviado.

    -¿Sabes?, eres muy valiente -su sonrisa creció y pude notar cómo se ruborizó un poco-. Encima sólo es tu primer día y ya le has hecho cara a ese bruto...

Me sonrojé y me puse mi mano en la nuca.

    -Anda... ¡tampoco es para tanto! Sólo le he dicho la verdad: ¿quién me va a obligar a no estar contigo? -le respondí sonriente.

Zelda soltó una risita y me dio un beso en la mejilla.

    -Eres muy buena persona... me alegra poder ser tu amiga...

Me puse completamente colorado, e incluso pude notar como echaba humo por las orejas y por la nariz. Me pregunto por qué me habré sentido así...

    -Gr-gracias... -contesté-, y a mi me alegra que seas mi primera amiga...

Estuvimos un rato mirándonos a los ojos, hasta que alguien se sentó al lado nuestra.

    -¡Hola Zelda! -le dijo una chica a Zelda.

    -¡Hola! -Zelda giró la cabeza para mirar a la chica y luego a mi-. Link, te presento a Malon. Malon, este es Link.

    -Emm, hola Malon -dije sonriendo.

    -¡Hola Link! Tú eres el chico nuevo, ¿no?

    -Sip.

    -Pues... ¡bienvenido! -exclamó Malon.

Malon me observó detenidamente, y después le dirigió la palabra a Zelda.

    -Vaya Zelda... -dijo con una sonrisa pícara-, Link es muy guapo... ¿eh?

    -¡MALON! -exclamó Zelda muy ruborizada.

    -Vaaale vaaaale, pero tienes que admitirlo ehh... -respondió entre risas.

-¡MALON!

-¡OKEY, YA PARO! -dijo sin parar de reír.

Yo ese momento estaba taaaan rojo, que si hubieran puesto un tomate al lado mía solo habría sido un color rosado.

    -Bueno, ¿puedo comer con vosotros? -preguntó la maldita pervertida.

    -De acuerdo, ¡pero promete no decir cosas pervertidas, ¡por favor! -le solté intentando parecer enfadado, aunque no dio resultado.

-Está bieeeen... y... ¿te vas a comer esa manzana? -preguntó con una sonrisa.

-Anda, toma... -le respondí dándole la manzana en la mano.

-¡Ñam ñam! -dicho esto se puso a engullir a la pobre manzana; yo no querría estar en su piel...