Capitulo 6: Una mancha mas en la pared

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Shun se puso enfrente de Kyle y miró con desprecio a la pareja frente a ellos, tenía en su mano izquierda tres Ases y en la derecha el resto de las cartas, sin pensarlo mucho se aprontó a lanzar el trío de Ases, la velocidad que alcanzaron era tal que llegaron a su objetivo al instante, sin dar para pensar al dragón y al conejo.

- Wow lobo... sabes lanzar cartas pero me temo que no lograste dar en tu objetivo - Las tres cartas dieron en un pilar tras los asesinos, el menor de ellos se largó a reír desquiciado mientras el reptil solo sonreía incrédulo ante la situación - Simplemente no sabes contra lo que tratan... unas simples cartas no nos detendrán.

- ¿Les gustan la pirotecnia? - Exclamó sonriendo Shun mientras las cartas expedían un haz de luz color rojo y una enorme explosión cubría al conejo y dragón, el calor llegó al grupo el cual se tapaban la cara para evitar quemaduras. Un brazo de pelaje blanco calló cerca de ellos, estaba todo ensangrentado y cercenado por la intensidad de la explosión, pertenecía al mamífero.

Raven, Kyle y Tessa se relajaron un poco más, aunque no estuvieran acostumbrados a ver tal morbosidad, el ver que era una señal de la muerte del conejo los tenía más tranquilos, ya que parecían ser muy peligrosos además de causar una enorme cantidad de muertes. A diferencia del resto, Shun no estaba muy convencido, ya que aún no se disipaba el humo y sentía aun la presencia de ambas criaturas.

- No bajen la guardia... no sé si están muertos.

- Hijo... soy un dragón, una mierda de explosión no me hará nada.

Al disiparse el humo se vio a las dos figuras aun de pie, aunque la más pequeña estuviera algo encorvada y se escuchaban unos quejidos. El dragón estaba de pie con los brazos cruzados, no estaba para nada contento, su mirada era de odio y frialdad, a diferencia de su compañero, el conejo estaba llorando y gimoteando de dolor, estaba todo ensangrentado, le faltaba todo un brazo, su ropa estaba quemada y destrozada, tenía la mitad de la cara destruida, en su mano faltaban dedos y el resto de su cuerpo estaba completamente quemado. Era inimaginable el dolor que debiera de estar sintiendo, aunque fuera increíble la resistencia que tenía, se notaba en las lágrimas y en los sonidos que emitía que enserio sentía un dolor inigualable.

- Yo... no te tendré piedad hijo de puta... no... no te dejare escapar de aquí, ¡sin antes arrancarte el brazo! Te haré mierda... y a tu novia, le arrancare la cara a mordiscos solo para ver tu cara de pena. ¡Quería hacer esto rápido, pero ahora te haré sufrir solo por placer!

- ¿Marc, crees poder seguir? Estas realmente lastimado, además nos superan en número y no creo que el lobo sea el único especial de ellos. Mejor vámonos, ya hicimos lo que nos pidieron.

- ¡¿Me ves cara de querer irme?! - Gritó furioso Marc aun con la cara llena de lágrimas, miró con dolor al dragón y este lanzó un suspiro, no quería ver sufrir más a su amigo.

- Déjame ir a buscar tu brazo, ya le pediremos a Valentine que te lo pegue.

Alan se aproximó lentamente hacia el brazo cercenado de su compañero, al levantarlo sintió el piso moverse bajo sus pies, a su alrededor las paredes y el metal se retorcía con rapidez, Kyle estaba moviendo las paredes y el cemento del segundo piso para armar una muralla atrás del conejo. Raven seguía serio mientras el dragón notaba que le cortaban la escapatoria que planeaba junto a Marc, este miró con desprecio al gato y se abalanzó sobre el con velocidad. Kyle se apartó rápido para dar paso al zorro, el cual ya estaba preparado para atacar.

- Por cuestiones morales, informo a los presentes que no dejaremos que escapen luego de asesinar a tanta gente - Declaró firme Raven antes de dar un puñetazo en el pecho del reptil, el tiempo pareció detenerse por un segundo, ya que en ese segundo se escuchó un sonido que tomaba fuerza, aquel sonido se volvió ensordecedor al mismo tiempo que el dragón se veía disparado hasta la muralla tras de sí. El golpe del zorro logró dejar una enorme herida en el pecho de Alan, su sangre era de tonalidad morada y se notaba que estaba adolorido, estaba impresionado por el poder de sus oponentes y más por la organización que lograron sin emitir ni una palabra.

- Son increíbles... me impresionan... ojala fueran parte de nuestro clan, nos vendría bien un lanzador de cartas, un manipulador del espacio y un zorro con tu fuerza. Si voy a morir, mínimo dejen al conejo irse... él no se merece sufrir más de lo que ya ha sufrido.

- ¡No digas estupideces! Son unos asesinos, además de estas criaturas ¿a cuantas más habrán matado? No te dejaremos ir, y menos te dejaremos vivo. Tal vez Raven me quiera detener pero no voy a dejar que unos malditos como ustedes tengan la oportunidad de escapar.

Alan lanzó un suspiro y miro sonriéndole a su compañero, este le devolvió la mirada pero con algo de preocupación y tristeza, el dragón tosió un poco de sangre y le lanzó el brazo al conejo. "Escapa mientras puedas, yo me encargare de estos imbéciles" fue lo que dijo antes de despegarse de la pared y mirar con ira al grupo de mamíferos.

- No les dejare lastimarlo... si desean pelear, lo harán contra mí.

- La verdad... yo concluyo lo mismo que Shun, no te dejare vivir... yo... no te permitiré siquiera dar un grito.

Raven se tronó los nudillos, Alan vio como el espacio que separaba al zorro de él se acortaba, pero no por tramos, era como si el terreno entre ellos fuera un resorte de aire, el suelo a sus pies se doblaba, el aire y la pared tras de sí se acercaban también. El zorro emanaba un aura morada, sus manos estaban cubiertas de esta energía que despedía, su mirada ya no se veía, estaba tapada por el pelo pero el reptil lograba sentir la mirada asesina que tenía su oponente, aunque sabía que en su vida el zorro pudo haber asesinado, era increíble la manera en que tomaba la posible primera víctima que se cobraría.

- Me gustaría decir que fue un gusto conocerte... pero realmente me importas menos que los insectos que aplasto sin querer todos los días - Dijo Raven antes de que el espacio entre él y su víctima volviera a la normalidad, pero la energía que se liberó por esa normalización fue tal que el zorro pareció teleportarse frente al dragón, el golpe que le propuso fue de tales proporciones que la parte superior del cuerpo del reptil se volvió liquida, la fuerza provocó que el cuerpo se volviera sangre pura la cual se esparció por toda la pared de atrás. Las piernas del reptil se tambalearon por unos segundos antes de caer al suelo, su amigo no pudo contener el grito de desesperación al ver a su amigo ser despedazado de tal manera, se echó a llorar y gritar golpeando su cabeza contra el suelo al ver una mancha de sangre mas en la pared, esta vez, del único verdadero amigo que tuvo.

El techo se abrió sin previo aviso, los escombros comenzaron a caer por todos lados y se asomó la parte frontal de un avión en precarias condiciones, el estruendo alertó a tiempo a Shun el cual agarró a sus amigos y con una carta los transportó en un instante a las afueras del aeropuerto. En cambio el conejo solo veía en aquellos instantes la mancha de sangre en la muralla que antes era su amigo, en ese clan sus ideales son tan poderosos que uno puede llegar a dar la vida por ellos, uno de estos ideales aclamaba que la vida es una de muchas, no importaba morir, ya que era solo nacer en otro universo nuevo. La vida y la muerte no tienen sentido para este clan, ya que la reproducción exacta de los individuos en otro plano era la afirmación de que siempre sufriríamos, nunca podríamos ir a un "Paraíso" como miles de religiones nos han afirmado, la vida es sufrir, desde la pérdida de un ser amado, hasta la muerte de un amigo. Este clan, el clan del despertar no sentía nada en asesinar, ya que era solo transportar un alma a un nuevo cuerpo, su motivación era simple, romper este bucle, romper los universos y la realidad. Romper la vida y crear de una vez por todas este paraíso que tanto se les había prometido a los habitantes de la tierra por milenios.

RF - Desentierro de memoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora