Capitulo 10: El primer combate

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Kyle actuó rápido, hizo que el techo de concreto al igual que las paredes se extendieran hasta la puerta de madera de la habitación, ya que dentro de poco comenzarían a irrumpir en el establecimiento y subirían a por los Especiales. Todos comenzaron a mandar los últimos informativos mientras el mapache miraba por la ventana con decepción.

- Estas criaturas temen a la muerte... aunque no ven que tanto ellos como nosotros poseemos el mismo sentimiento de supervivencia... creen que esto se detendrá porque hacen lo que les dicen. El temor es la mejor manera de controlar a las masas... eso lo sé desde hace mucho tiempo - Musitó mirando al suelo acariciando el vidrio con pena, su pueblo se colocó en su contra por una simple amenaza, solo le quedaba hacer una amenaza aun peor.

El mapache pidió al híbrido que hiciera un agujero en su pared y que lo dejara salir, este aceptó con recelo y dejó que el presidente se encargara de su pueblo. Zeth le contó en un momento a su hijo que el presidente fue uno de los pocos que lo apoyó en muy difíciles momentos, fue él el que le dio un puesto en su gobierno y además era alguien muy aterrador si es que se lo proponía, Raven sabía que muchos Especiales podían ser aterradores si se lo planteaban, pero el encargado de la ciudad era muy amigable, el desdoblarse de esta manera hacia que le impacto que pudiera generar se viera multiplicado.

La turba llego al tercer piso del edificio en pocos minutos, era una gran cantidad de criaturas con palos y cuchillos, otros tenían hasta armas de fuego entre sus manos. Estos miraban al mapache con algo de rabia, pero por más enardecida que estuviera la multitud esta tenía claro su objetivo, el cual dejaba de lado al presidente.

- Señor... entréguenos a esos Especiales. No podemos dejar que esos estúpidos sigan vivos, es por un bien mayor señor, no nos haga atacarlo a usted.

- Mi deber como presidente es velar por el bienestar de todos mis ciudadanos... aun por un bien mayor, no sacrificare a un grupo de buenas criaturas por un tumulto de civiles asustados.

- ¿Cómo mierda le puede interesar más un puñado de Especiales que el resto de su pueblo?

- Porque yo velo por el bien de todos... si uno muere... todos lo harán, ese es mi lema... si uno se queda atrás, vamos todos a recogerlo aunque esto signifique nuestro fin.

- ¡Y una mierda presidente! Si no está con el pueblo está en su contra, y por lo tanto... ¡un imbécil más que debe morir para que nos mantengamos vivos! - Exclamó un perro que traía una pistola larga en sus manos, al decir esto empuño el arma frente a él y disparo esperando darle al mapache. La bala quedó a mitad de camino y de inmediato cambio de objetivo, la bala se dirigió a la cabeza del canino que, al recibir el disparo de lleno en su frente se vio abatido en el suelo frente a la preocupada mirada del resto de las criaturas.

- Escúchenme atentamente idiotas... yo soy su presidente, y dije que velo por el bienestar de mis ciudadanos... ¡Pues el próximo imbécil que se atreva a tratar de quitarle la vida a algún otro, ya no será un habitante de esta ciudad y por lo tanto! ¡Un maldito que morirá por mi mano!

La amenaza dio resultado, las criaturas bajaban los palos y armas, todos miraban con miedo el cuerpo del perro y la mirada penetrante del mapache, pocos sabían que el presidente era un Especial, y los que sabían, no creían que su habilidad fuera tan poderosa como para parar una bala a mitad de camino y devolverla con una fuerza igual o superior a la inicial.

- ¿Qué se supone que hagamos? Nos iremos a nuestras casas... esperaremos a que los de ese Clan vengan y nos maten... ¿Y luego qué? - Dijo un joven de unos 16 años rompiendo el silencio -. O... ¿acaso les daremos a los quinientas y tantas criaturas que nos pidieron?

RF - Desentierro de memoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora