Genos es un insecto salvaje que encuentra un bello jardín en medio de un bosque.
Saitama es un hada que cuida de las flores de saitama, ambos seres se encuentran y......
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La mañana del día siguiente Genos volvió hacia el jardín de Saitama, volando y zumbando feliz, la luz de la mañana le parecía muy brillante casi como el reflejo de la cabeza del calvo, sus mejillas estaban rojizas pensando en él y en el magnífico día anterior, que podía hacer?, le gustaba mucho.
Llegando al jardín vio al hada parado en la flor más alta para recibir los primeros rayos del sol, Genos babeo atontado por la belleza del ser, Saitama al darse cuenta de su presencia solo pudo suspirar por lo bajo, pero después saludándolo con una sonrisa, Genos lo visitaba a diario, y le hacía compañía, no podria molestarle eso pero...
-Saitama san-
-mm-
-...solo quiero decirte que...eres la flor mas hermosa del cendero- confesó
-¿Qué dices viejo?, me das miedo- dijo el hada viéndolo con una ceja levantada, luego se volteo
-ERES....LA ESTRELLA MAS BRILLANTE QUE SOBRESALE DEL JARDIN!- Genos se arqueo hacia atrás alzando los puños hacia arriba, gritando con tanta pasión que Saitama solo quiso alejarse un poco
-....ok-
-TU ERES MI....-
-una palabra más y estarás muerto!-
Genos sonrió por lo bajo disfrutando de la sensación de la mano tapándole la boca
Después de una tarde tranquila, Genos decidió preparar un festín para Saitama, en donde llevo de todos los alimentos para comerlos juntos y esta vez quiso preparar un poco de miel, tenía pensado dársela a Saitama para que la probara. El hada le agradeció por invitarle esa rica cena, al menos le gustaba eso del abejorro.
-aaaa, esta miel es muy rica Genos!- dijo el hada, el abejorro era muy bueno haciendo miel
-me alegra que le guste-
-ahora entiendo por qué no comen otra cosa, es realmente deliciosa- mientras se deleitaba con el sabor, unas pequeñas gotas resbalaron en su cuerpo desnudo.......
-ha!...aa que tonto soy- dijo para si mismo mientras trataba de limpiarse el mismo con sus manos y luego pasar su lengua por sus dedos mientras seguía limpiándose,
Genos vio eso como una dulce tortura, veía somnoliento como el hada se limpiaba con su lengua, lamiendo sus manos dejando ver hilos de saliva, mientras la miel resbalaba por su cuerpo desnudo, además, su forma de sentarse, tenía las piernas abiertas como si no le importarla enseñar todo su esplendor delante de él, demasiado para sus ojos,
Las gotas de miel resbalaron hasta su abdomen y muy cerca de su entrepierna, una escena muy obscena
-ha, esta cosa es muy viscosa- se quejó Saitama tratando de limpiarse, pero mientras más pasaba sus manos, más se embarraba de miel,
