i'm sorry. ( elijah mikaelson )

fifteen;

arabella snow.

Camine con pasos lentos detrás de Marcel mientras él me guiaba a un ático en la iglesia. Estaba nerviosa, si Elijah estaba ahí podría verlo después de estos días sin él, por fin podría verlo.

Marcel abrió la puerta del ático y me dejo pasar antes que él, recorrí con la mirada el lugar hasta parar en el ataúd que pertenecía a los Mikaelson, ahi estaba Elijah.

—Davina—la voz de Marcel me hiso separar la vista del ataúd.

— ¿Quién es ella?—pregunto la pelinegra que ahora estaba frente a nosotros.

—Ella es Arabella, una vieja amiga—Marcel pasó un brazo por mis hombros—. Podemos confiar en ella.

— ¿Seguro?

—Soy Arabella Snow—le dije tendiéndole una mano a lo que ella sonrió levemente.

—Davina Claire—se presentó al coger mi mano.

—Las dejare solas, regresare pronto—aviso Marcel antes de salir.

— ¿Por qué Marcel te trajo aquí?—pregunto Davina.

—Porque necesitaba hacerte una pregunta muy importante sobre el—le dije señalando el ataúd de Elijah.

—Bien... ¿Qué pasa?

—Ayer intente salir de Nueva Orleans pero no lo logre, sé que fue una bruja la que puso un hechizo límite para mí, cuando le pregunte a Marcel dijo que solo una bruja puede hacer magia... ¿Elijah te pidió que lo hicieras?

—Él dijo que eras muy importante y que no podías irte—respondió mirando detrás de mí.

Mire sobre mi hombro a donde ella estaba mirando y me sorprendí al ver a Elijah de pie mirándome fijamente. Me gire completamente y él me sonrió antes de acercarse a mí.

—Arabella—escuchar mi nombre salir de su boca con ese tono tan suave me hizo estremecer. Había extrañado tanto a Elijah.

— ¿Por qué me haces esto?—fue lo primero que pregunte.

—Arabella, lo siento, no fue mi intención—hablo poniendo una de sus manos en mi mejilla—. Debí esperar eso de Niklaus.

—Pensé que te habías ido para siempre...

—Nunca te dejaría, Arabella, nunca.

Sin verlo venir ya tenía los labios de Elijah contra los míos. En este momento si me sentía viva, sentía como poco a poco todo dentro de mí estallaba en felicidad, en una felicidad que solo Elijah podía darme.