Navidad, esa época mundialmente conocida y terriblemente querida.
Ese momento del año en el que nos invade una sensación de esperanza e ilusión inimaginable.
Ese sentimiento que nos hace volar y naufragar en nuestros sueños para plasmarlos en la realidad.
Ese querido instante en el que volvemos a ser niños, a revivir nuestra infancia.
Ese temperamento que nos hace embarcarnos en un mundo especial.
Que nos hace sentir especial, únicos, hace que creamos tener el poder de cambiar el mundo, de transformarlo en un pulido y brillante lugar.
Esas palabras son espectacularmente bonitas, pero no se puede cambiar la voluntad de cada persona, se puede debatir y argumentar, se puede encontrar la solución al mundo pero cómo ponerla en marcha.
Y...¿ sabéis qué? Las guerras seguirán mientras el color de la piel siga siendo más importante que el color de los ojos.
No hace falta cambiar el mundo para sentirse mejor, los pequeños pasos son los que acaban marcando la diferencia.
Navidad, sí... querida Navidad
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Subconsciente
RandomSiento un torbellino en mi interior que va a mil por hora, que cambia de parecer día tras día. Mi corazón siente, quizá más de lo que debería. ¿Sientes lo que yo? ¿Sabes lo que digo?