Capítulo 4

624 46 16
                                    

Podía escuchar el típico tick-tack del reloj que se encontraba alado de la pizarra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Podía escuchar el típico tick-tack del reloj que se encontraba alado de la pizarra. Esta era la última clase del día, y como era de esperarse todos estaban impacientes ya por salir y abandonar el aula, en cambio yo tan sólo seguía haciendo garabatos en la parte trasera de mi cuaderno, sabía que cuando tocaran la chicharra habría una gran bola de alumnos en la puerta donde se estarán empujando para ver quién es el primero en salir.

Ah, que ridículo, ¿porque quieren salir primero si cuando lleguen a su casa tendrán que hacer los proyectos de las materias?, Supongo que soy la única que se pregunta eso.

El profesor odioso ni siquiera nos hacía caso, seguía revisando algo en su libreta de apuntes, en cambio mis compañeros seguían haciendo su escándalo, podría observar como todos hablaban como pericos y no se callaban.

Solté un suspiro en cuanto sentí que me tocaban mi hombro.

—Deberías dejar de quejarte mentalmente, te harás vieja más rápido y necesitarás de liposucción —se burló con una sonrisa Sakura.

—De alguna manera u otra tus estupideces son ciertas —le respondí.

Con pesadez di por frotarme la sien.

—Oye, quisiera preguntarte algo —dijo aún con su sonrisa socorrona.

—Si es sobre lo de Shikamaru preferiría que te perdieras entre toda esta bola de hormonales —dije con resignación.

Hizo un puchero que para algunos sería tierno, pero no me causo el efecto que ella esperaría, así que sin nada que perder preguntó lo que quiso.

—¿Te gusta Shikamaru?.

Medité su pregunta, Shikamaru siempre a estado junto a mi, por lo que es mi mejor amigo desde hace años, le he confiado mis secretos que ni Deidara sabe al respecto. Es mi lazo más perfecto, ciertamente el más íntimo.

Pero me fue inevitable que un sonrojo no se esparciera en mis pómulos.

—Es alguien especial para mi, demasiado como para impedir esparcir un chisme de una atracción de la que no sea real —le dije.

—Puede que si te guste pero no lo quieras aceptar, además, sí te pidiera él una oportunidad para que sean pareja ¿se la darías? —volvió a cuestionar.

Torcí mi boca, no pude evitar darle una mueca por lo hastiada que me encontraba por sus insinuaciones nada camufladas.

—Sakura ¿qué estas tratando de decir con todas estas preguntas? —pregunté.

—Nada como verás querida amiga mía, es sólo curiosidad —dijo extendiendo sus labios en beso—. Pero como sabrás nunca sacio mis inquietantes dudas, así que sé sincera y responde, si dentro de un futuro no muy lejano ¿aceptarías una oportunidad amorosa con Naruto?.

Problema Yamanaka Donde viven las historias. Descúbrelo ahora