Ella es una joven nada positiva.
Él un risueño de primera.
Ella una rubia enamorada de un completo dobe.
Él un rubio hiperactivo que desconoce los sentimientos de su amiga rubia.
Ella una chica normal que cayó en las garras del amor tan sólo por la...
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Enamorarse. Es lo más escalofriante que una persona puede sentir y más si ese amor no es correspondido, soportar a la novia de mi tonto hermano es una cosa, pero soportar que Naruto le hable como si se conocieran de toda la vida es otra. La comida casera de papá es deliciosa pero ahora sabe tan amarga que tengo unas incontrolables ganas de vaciar toda la azúcar de la despensa para que sepa buena.
Sé que Shikamaru me veía esperando que le dijera algo, pero aunque sea el súper amigo inteligente no tenía la manía de hablar con nadie y menos cuando me siento sumamente furiosa, parece que Deidara y yo compartimos los mismo celos en esté instante.
-¿De dónde se conocen?.
¡Valga la redundancia, gracias Shika!. Si antes te amaba hoy te amo mucho más que ayer. Ahora si es momento se prestar atención como en las clases del profesor Asuma.
-Bueno, nos conocemos desde que me pagaban por cuidar a Naruto -decía Hinata con un maldito sonrojo.
-¿Eras su niñera? -preguntó papá.
-Similar. Porque mientras cuidaba a Naruto también cuidaba a mi hermana, dos por uno -sonrió.
-¿Nunca existió algo más?.
Deidara, no sé si el incesto puede ser legal pero después de que preguntarás eso, me casaré contigo en las Vegas.
-No precisamente -puede ver que buscó a Naruto para que la mirará-. Sólo hubo algo inocente, nada como esto.
¡Quiere morir! ¡Quiere morir!. Así es como suena una canción mental dedicada a Hinata de mí parte, parece que no tiene la vergüenza necesaria para omitir tal detalle, pero parece que a Deidara le gustan las muertas, porque de está no se salva.
-Aunque fue algo infantil -soltó Naruto, ése desgraciado-. Aparte ya tengo pareja, así que no hay de que preocuparse.
Sonreí tan forzosamente que me empezaba a doler.
-Cierto, así que Dei no hay que ponerse ce-lo-so~ -dije saliendo en apoyo. Pero nadie contesto, sino quedó como una caso cerrado.
Cuanta suerte tiene Shion, ya quisiera estar en su lugar; pero hay que admitir que quien ganó el corazón de ése idiota fue ella, no me queda de otra que rechazar el sumo cariño que le tengo a Naruto antes de que sea yo la villana de la historia.
¡Adiós celos!, ¡adiós amor!. Apesar de que me pese, debo buscar alguna actividad que me distraiga mientras tanto; lo que más duele es que una Yamanaka sólo ama a una persona, y odio admitirlo pero le entregué inconscientemente mi corazón a Naruto.
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-Adiós señor Inoichi fue un gusto conocerlo -se inclinó dando una reverencia de despedida-. Adiós Ino.
-Adiós Hinata -dije en susurro.
Después de que la comida terminará Deidara y Hinata nos contaron de su enamoramiento casual, por eso ahora nos despedíamos al ya concluir lo planeado. Deidara dijo que llevaría a su novia a su casa por lo que ahora ambos se iban caminando entrelazando sus manos. Que envidia Dei.
-Bueno, a descansar -dijo mi papá.
-Ahorita entro -le dije.
-Sólo no tardes cariño.
Con eso se metió a la casa dejando la puerta abierta para mí. Shikamaru esperaba paciente a que le dijera algo al igual que Naruto, les sonreí a ambos.
-Gracias por venir Shika -le dije con una actitud linda-. Espero que puedas venir de visita de nuevo, y no sé te olvide mandarle un saludo de mi parte a la señora Yoshino.
-Yo igual quiero que no se me olvide -dijo perezoso, me reí por lo dicho-. Nos vemos luego -besó mi mejilla como acto de un 'adiós' e hice lo mismo.
-Te cuidas problemático.
Ya no respondió dio media vuelta y empezó a caminar, levantó su mano de ese modo le dio un adiós a Naruto, lo bueno es que Shikamaru no vivía del todo lejos por eso no me preocupaba de que algo malo le pasará.
-Ése tonto -sonreí aún más.
El claxon de la camioneta Esqueip Ford enfrente nuestro me hizo salir de mi burbuja.
-Hay no.. -susurró en lamento Naruto.
La persona que salió de la camioneta a pasos presurosos no era más que Kushina, una furiosa Kushina, que caminaba hacía nosotros de una forma tan tétrica que sude frío.
-¡Ku-Kushina! -le dijo de una forma muy nerviosa Minato, el padre de Naruto, me apena verlo salir también de la camioneta sudando por la tensión.
-¿¡Quién te crees para dejar plantada a tu madre dattebane!? -un fuerte grito acompañado de un estruendoso puñetazo en la cabeza de Naruto alertó a mi papá.
Esto es más terrorífico que ver la película de 'Eso' por la noche cuando la casa esta sola.
-¿Qué está sucediendo Ino? -preguntó papá presuroso llegando a la puerta todo hecho un desastre.
-No es nada papá -murmuré.
Para cuando quisimos interferir en la apenas iniciada masacre marca Kushina, la camioneta ya se había arrancado a una velocidad peligrosa.
-¿Quiénes eran esas personas?.
-La familia de Naruto -dije nerviosa.
Si alguna vez dije que son tacharan de familia anormal, retiró lo dicho, la familia más problemática no es la mía, ni la de Shikamaru, tampoco la de Sakura, sino la que se lleva el premio mayor es la de Naruto.
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