Capítulo 2: Dudosa Herencia

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Actualmente...

El chico al que Michael dejó gran responsabilidad en sus hombros estaba muerto ya.

Ya había pasado un día desde la muerte de Johan Peffer, hijo de Michael Peffer. las personas del circo en donde él vivía estaban de luto, todos con una cara larga y un moño negro puesto en sus ropas representando luto, aún teniendo el traje que usarían en sus actos, el circo ese día estaba sufriendo de una perdida grande.

Como era de imaginarse, tanto Mike como Erick, los hijos de Johan, eran los más afectados, pero sabían como concentrarse. ambos habían perdido a una persona importante en sus vidas, pero no lloraban por ello. Ni una sola lágrimas fue derramada de sus caras, solo seriedad, seriedad y prudencia absoluta.

Estaban tristes por la muerte de su padre, pero no les gustaba expresarlo, en especial Erick, quien ya de por si era una persona muy cerrada y seria como para sacar una lágrima frente a una persona y admitir su tristeza.

Era ya de noche y el circo acababa de abrir sus puertas, este circo no era ordinario, era el circo más reconocido en toda Italia. Tanto que se situaba en los lugares más reconocidos del bello país. Casualmente se hallaban en la torre de pisa.

al menos no mostraron una cara larga, ellos ya sabían como concentrarse bastante bien y no querían que el público notará nostalgia en ellos y que luego se apartara.

Mike estaba en su remolque sentado en una silla frente a una mesa con la cabeza baja, los codos sobre la mesa, las manos en la nuca, la mirada perdida y su mente cubierta de niebla. Era de noche y su remolque por dentro era muy opaco. Si no fuera por la poca luz que emanaba una pequeña bombilla ese lugar estaría completamente oscuro. Pero él estaba cómodo ahí. Y no por la poca luz que había, sino por la basta soledad que rodeaba a la habitación; y era justo lo que necesitaba en ese momento. Solo paz y soledad por un segundo, Pensando en su padre y todo lo que le había enseñado sobre la vida.

Pero esos momentos no habían durado bastante, pronto recordó una cosa... Un objeto... Cuadrado... Viejo... Así es. Ese objeto enorme que su padre le había heredado ahora estaba dentro de su cabeza.

Volteó la mirada lentamente hacia la derecha con incomprensión para echarle un vistazo a tal objeto tan extraño que tenía a su posesión. Seguía sin entender el porqué le había dado eso, no sabía bien lo que era con exactitud, solo que media casi igual a un televisor mediano, era cúbico y tenía un símbolo extraño en el centro de una de sus caras.

-¿que es esto, papá?- pregunto mirando el objeto sabiendo que obviamente no recibiría respuesta alguna por lógicas razones. A él le inquietaba que el objeto hubiera estado en su puerta junto con una carta con una dirección escrita por su padre diciendo que era una herencia y éste ni siquiera lo había encarado al darle eso; conocía la letra de su padre, así que las dudas se iban de su cabeza. Ese objeto era herencia de su padre. Pero aún estaba la duda. ¿Porqué su padre

Se acercó para ver el objeto del centro con más detalle, era circular de color verde agua mínima mente brillante y un círculo rojo en el centro.

-¿que es esto?- se preguntó así mismo con una voz murmurante. Mike era bastante tímido, inseguro, cubierto por la cortina que lo definía como un hombre bala sin ninguna vocación especial para el mundo.

Ese objeto era lo único que debía tener algo en especial, pues el resto de la "cosa" estaba completamente lisa a diferencia de esa parte y lo único que debía tener una función especial era ese pequeño objeto del centro.

Comenzó a tocarlo. Primero lo acaricio torpemente, pues no estaba seguro de lo que podía hacer y no se quería arriesgar. Paso casi 30 segundos para que decidiera comenzar a examinarlo más a fondo y con más confianza, y de repente sintió que el pequeño círculo color rojo se podía hundir como si de un botón se tratara.

Mike dudo por un segundo, pero luego comenzó a oprimir con mucha lentitud aquel círculo rojo, lentamente hasta que... Poof... Al terminar de oprimirlo un clic fuerte sonó en toda la habitación al mismo tiempo que el objeto se partía ligeramente en 2 como si de una caja se tratara, haciendo que Mike diera un pequeño brinco por el susto momentáneo de haber escuchado y visto aquella reacción tan inesperada.
Dudosamente levanto poco a poco la parte superior de la caja hasta que se desprendió desatando un pequeño mecanismo que fácilmente mostraba el interior de la caja.

Mike asomo su cara hacia el interior, esperaba ver algo como dinero, objetos valiosos o simplemente reliquias importantes Para su padre; pero lo que hallo dentro fue algo más extraño: era un casco de hombre bala extraño, color negro con un par de franjas verde agua que apuntaban hacia la parte superior del casco, donde estaba nuevamente ese particular círculo con otro círculo rojo en el centro.

Mike admiro aquel casco y se dio cuenta de que no era lo único. El resto del traje estaba doblado debajo del casco y cosas como unos guantes, botas, un cinturón y un objeto parecido a un respirador de buzos pero más delgado y largo se hallaban dentro y a un lado del casco.

Mike tomó despacio el casco, le atraía bastante ponérselo, Lucía muy bien, así que lo acercó lentamente hacia su cara y le dio la vuelta para así poder ponérselo. Tenia miedo, así que lo colocó lentamente, y justo al momento de terminar de ponérselo escucho unos golpes fuertes que emergían de la puerta y que lo hicieron saltar de susto, tirando al suelo el casco.

-Mike, casi es tu turno, debes salir de allí ya- gritó el presentador desde el otro lado de la puerta llamando a Mike a su acto.

-Emmm... Espera solo un minuto, charlie- exclamó mike preocupado metiendo velozmente el traje a la caja y sellandola de nuevo.

-¿un minuto? Por favor, no te demores, debiste haber salido hace ya diez minutos.

-estoy arreglando algo- grito nervioso Mike mientras se vestía con su propio y conocido traje de hombre bala.

Entonces salió vestido del remolque, estaba agitado pero trataba de no demostrarlo.

-Vaya, muy tarde. Los Peffer siempre tarde

-lo siento Charlie, estaba ocupado y ni siquiera puse atención el la hora, creí que era más temprano

No te preocupes Mike, esta es la tercera vez que vas tarde. Como sea, antes de tu acto, quiero decirte lo mucho que lamento la despedida de tu padre, Mike.- mencionó Charlie mientras le tomaba a Mike el hombro y lo dirigía a la carpa para su aparición especial.

-gracias, charlie- respondió Mike nervioso que más bien intentaba de evadir el tema- Ufff... Espero no sea muy tarde para mi aparición

-pues... Mira, si el público arroja tomates ya te pasaste-

Sin embargo, era la primera vez que no se concentraba para un acto, y no era por su padre, sino por el traje que le dejó en sus manos antes de marcharse.

El Legendario Proiettile (1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora