Capítulo dos

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Narra Angie.

Me encontraba en el teatro con Clari en brazos, Vilu estaba ensayando con los demas.

Había hablado con Germán hace tan solo un par de horas. Y deseaba que me extrañará tanto como yo a el. Le había dicho que no me molestaría Si no formaba parte de su futuro, pero la verdad es que no puedo imaginarme una vida sin el...por lo menos no como esposo. Estaba tan centrada en mis pensamientos con la mirada perdida que tarde en darme cuenta del chico enfrente mío.

-¿Eres Angie verdad?- me preguntó, asenti-Violetta te esta buscando, esta por ahí-señaló- con los demás.

Por cierto, soy Diego, el coreógrafo-sonrió, estreche su mano-Que lindo bebe, ¿es tuyo?-asenti nuevamente- ¿Cómo se llama?


-Clari-Diego le acarició la mejilla.


-Bonito nombre...tanto como el tuyo-sonrio-Bueno, me encantaría quedarme Aqui hablando contigo todo el dia, pero tengo que trabajar. Cualquier cosa que nesecites estare por aqui.


-Claro, lo tendré en cuenta-le sonrei y fue donde Vilu- ¿Qué pasó?-pregunté cuando llegué


-Nada malo, sólo quería avisarte que hoy saldré con León, para que no te preocupes si no me encuentras en la noche-


-Esta bien, pero recuerda que mañana a la mañana es el último ensayo antes del show.

-Si si, llegaré temprano, lo prometo- de un instante a otro su rostro cambio de expresión-


-¿Te pasa algo?-le acaricie la mejilla y sonríe


-Angie...¿Tú y papá volverán a estar juntos?


-suspire profundamente- Diviértete esta noche y recuerda no llegar tarde, iré al hotel para que Clari descanse un rato, luego nos vemos-le dije y me fui del teatro.


No podía responderle algo que ni yo sabía. Me hubiera encantado decirle que sí, que todo volvería a ser como antes. Pero esa decisión no estaba en mi manos. Dependía de él. Si esto fuera un libro o una película seguramente Germán ya hubiera viajado hasta Aqui para decirme que me ama-reí de los pensamientos infantiles- <esto es la vida real, sabes que eso no pasará>


Llegue al hotel, bañe a Clari y luego la lleve a su cuna. Estaba pensando en si llamar o no a Germán. Tomé mi móvil y marque su número. Justo en esa momento alguien toco la puerta.


-Angie, soy Diego-dijo y abrí.


-¿Qué pasa?-


-Es que los profes vamos ir a cenar, ¿Te gustaría venir?-


- Encantada iría con ustdes pero Clari esta durmiendo y no quiero despertarla. La próxima será-sonreí.


-Puedes pedir en recepción que te manden a alguien para que cuide a ti hija-


-Lo siento, pero no me siento muy segura de dejar a Clari con una extraña. En otra ovación iré, lo prometo.


-Esta bien...Te entiendo, yo tampoco dejaría que un extraño cuidara a mi hijo.


-¿Eres padre?-pregunté sorprendida- Es que me pareces muy joven para serlo-sonrei-¿Quieres entrar? Digo para poder hablar cómodos.


Diego entró a mi cuarto y los dos nos sentamos en la cama-Si lo soy-soltó una pequeña risa-Se llama Teo, tiene dos años ya...-su rostro cambio de aspecto.


-¿Qué pasa?- lo miré preocupada.


- Me gustaria que su madre pudiera verlo...-bajo la cabeza.

-¿Qué le paso a la madre de Teo?-me acerqué a el y puse mi mano sobre su hombro-Tranquilo...puedes contarme si quieres.


-respiró hondo- No quiero hablar sobre el tema...son cosas que ya pasaron. Creo que debería volver a la habitación- se levantó diriegiendose hacia la puerta.


-Diego, ya que no puedo salir...puedes quedarte como yo...digo para distraernos un poco de todo ¿Te parece?-le sonreí.

Por unas horas puse distraerme de mis problemas. Con Diego vimos una peli. Comimos, hablamos de todo. Teníamos muchas cosas en común además que a Clari le caía fenomenal y viceversa.

- Bueno...espero que podamos repetir esto-le dije mientras caminábamos hacia si habitación que estaba tan solo a un par de puertas de la mía.


- Yo también la pase muy bien-nos quedamos mirándonos por unos segundos...

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