Luego de una mañana rutinaria con los gritos de mamá, uno que otro golpe o accidente gracias a mi torpeza, me encuentro en el instituto junto a los casilleros buscando mis audífonos.
—Zorra estúpida—Saluda Anne golpeando suavemente mi hombro—Me dejaste en visto anoche, justo cuando te contaba sobre Jake— Me reclama mi amiga realmente ofendida al no prestar mucha atención sobre como podría conquistar a uno de sus crush de la secundaria—
—No seas pendeja, sabes muy bien que para esa hora ya estaba en el quinto sueño—-Le devuelvo el saludo. Al mismo tiempo que me excuso—
La verdad es que no es mentira, luego de la deliciosa y desastrosa cena con mis adorados (NÓTESE EL SARCASMO) vecinos, aunque en realidad no tengo nada en contra de la señora Lily y Connor, mi odio profundo solo radicaliza sobre cierto chico entrometido de sonrisa engreída, el cual tiene por nombre Nick.
En fin, luego de la cena decidí ir a dormir temprano, ya que tanto bochorno y vergüenza me tenía al colapso. Y para mi sorpresa y gracias a Dios me quedé dormida de inmediato.
—Diablos, ustedes si que son cariñosas con sus apodos— Se ríe Josh acercándose a nosotras y le muestro mi dedo medio. Que puedo decir, no somos normales—
Luego de saludarnos y ponernos al día, o algo así, recuerdo la presentación que tenía pendiente hoy con el director y el misterioso alumno nuevo, el cual resulta será algo así como mi encargado o grano en el culo durante todo el año escolar, sólo espero y no sea un odioso engreído, o peor, un baboso mano suelta. Sino las cosas puede que se tornen algo feas y violentas, para el por supuesto.
Ya me basta con el desastre de ayer con el vecino.
Termino de acompañar a los chicos a sus respectivas clases y me encamino directo a la dirección para empezar con esto de una vez por todas.
Al llegar a la oficina veo a la secretaria. Es de tez blanca y cabellos negros amarrados en una coleta bien apretada. Usaba lentes de montura gruesa y aparentaba alrededor de unos treinta años quizás, su nombre era Rebecca.
—Buen día—Saludo amablemente a mi amiga la secretaria, de tantas visitas al director por mal comportamiento ya está acostumbrada de verme por estos lares—¿Se encuentra Chemberling?—Pregunto y la mujer me da una señal de que espere un momento para luego alzar el teléfono y supongo llamar al director—
—Lo busca la señorita Clarckson—Me anuncia con el director para minutos después asentir—Puedes pasar—Me informa con una sonrisa—
—Muchas gracias—Me despido y entro a la oficina. Me acerco al escritorio y tomo asiento al frente de este—
—Buenos días Emma—Saluda el director hojeando unos papeles—
—¿Que tal todo?—Saludo brevemente—
Digamos que ya me acostumbré a tratar con el director, como dije antes,creo que me la paso más tiempo castigada que en clase.
Pero en mi defensa siempre la tonta de Jane me saca de quicio. O algún tonto profesor. O la gente estúpida en realidad.
—Me imagino que usted recuerda que hoy...—Empieza con su aburrido discurso para luego ser interrumpido por el sonido del teléfono anunciando una llamada entrante—Un momento— Se disculpa y prosigue a contestar el teléfono y yo simplemente me acomodo más en la silla—
—¿Diga?—Pregunta a la persona que está al otro lado de la línea—Por supuesto dígale que puede pasar —Responde para luego colgar—
Segundos después la puerta se abre y escucho retumbar un par de tacones golpear el pobre suelo. De inmediato sé de quién se trata.
—Holiissss—Saluda Jane alargando la "i" y la "s" y no puedo evitar gruñir—
Dios no me hagas esto.
—Buenos días jovencita—Saluda cortésmente el director y yo me hundo más en la silla—
Esta mierda tiene que terminar pronto o alguien saldrá herido.
—¿Que onda?—Pregunta con su irritante voz nasal al sentarse a mi lado mientras masca un asqueroso chicle—
¿Será que si me clavo ese bolígrafo en el ojo muero desangrada?
—Bueno como ya les he informado el día de ayer a ambas...—Comienza de nuevo el director interrumpiendo mis pensamientos suicidas—Hoy conocerán a la persona que ayudaran a incorporarse este año escolar y sabrán que...—Suena por segunda vez el teléfono interrumpiendo la charla y bufo fastidiada—
¡Joder!
¡ALGUIEN QUE APAGUE ESA COSA DEL DEMONIO!
—Disculpenme —Se disculpa por segunda vez el director y atiende— Ok, perfecto. Dígale que puede pasar—Ordena y cuelga de inmediato— Como les decía, tendrán que estar al pendiente de cualquier duda, incomodidad o problema que tenga el joven, y luego ustedes como buenas guías que serán lo ayudaran a resolverlo ¿Entendido? Y no quiero escuchar ninguna queja de parte del caballero porque sino les asignaré un castigo más fuerte— Explica y asiento. Total, al final dejaré que Jane haga todo el trabajo. Ella de seguro le dará calurosa bienvenida—
—¿Les quedó claro? ¿ O tienen alguna duda?—Cuestiona pero antes de que pueda dar alguna respuesta escucho detrás de mi a la puerta abrirse seguido de unos pasos fuertes y seguros adentrándose a la oficina—
El encargado, supongo.
Me queda de espaldas ignorandolo por completo, mientras más lo haga menos tendré que interactuar con él.
Cuando en eso una de mis peores pesadillas se vuelve realidad al escuchar las siguientes palabras:
—Buenos días—Saludan alegremente y me tenso por completo, observo a mi lado como Jane abre los ojos de par en par y ruborizada observa al chico que se encuentra detrás de mí—
—Disculpen la tardanza,me ha costado un poco encontrar espacio para aparcar el auto—
No. Me niego.
No. No. No. No. No.
¡SIMPLEMENTE NO!
Esa maldita voz de nuevo...
—Bienvenido señor Collins—Le da la bienvenida el director. Me armo de valor y giro mi cabeza lentamente al estilo Anabelle para observar al odiota de sonrisa arrogante—
Esto tiene que ser una jodida broma.
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El chico que entró por mi ventana.
Teen FictionMudarse de casa y vecindario para tener una "Nueva Vida" puede parecer genial ,pero, si es junto a una anciana que te lanza zapatos cada vez que te ve, o peor, junto a "EL". Nicolás Collins, idiota, sin neuronas , pero peligrosamente sexy y que al...