Parada 4: Everdream.
A pesar de que la primavera empieza en marzo, nosotros la recibimos y le damos una bienvenida honorable en abril, cuando los arboles de jacaranda florecen, coloreando las jardineras de un lila hermoso y dándole una vista increíble a la escuela. Mi madre dice que esas flores solo nacen exactamente durante la semana santa, es algo así como un milagro.
El proyecto final de física era recrear algún tipo de artilugio usando algún tema aprendido durante el año. Aunque, en vez de ser un proyecto normal como cualquier escuela o incluso grupo hicieran, en realidad nuestro grupo y otros más, habían optado por adoptar ese proyecto final como una tradición para despedir el ciclo escolar, a los graduados y a la primavera misma.
Es decir, el proyecto de todos es prender un globo de cantoya y lanzarlo al aire.
No recuerdo cómo es que la física funciona allí, en realidad jamás fui muy buena en ello. Aunque en realidad no importa, nadie recordaba que eso era parte de una materia hasta que entregaban las notas.
Aunque las clases fuesen durante el día, los globos no son lanzados hasta la noche, durante las dos últimas horas.
Todos se reúnen en el patio principal a ver el espectáculo, el cielo obscuro, apenas iluminado por la luna correspondiente a su fase y un par de estrellas, abajo, con nosotros nos acompaña la iluminación de los salones que imparten clase.
Una vez que estamos ordenados y que el profesor tiene su carpeta con él para evaluar que los globos vuelen y no terminen atorados en algún árbol o perdidos en algún otro sitio.
Muchos han elegido diseños extravagantes en los globos, otros han decorado el suyo a su gusto e incluso otros pocos han hecho el suyo a mano, es más creativo y te permite hablar sobre un esfuerzo mayor a quien lo ha comprado en las tiendas de regalos.
Cada uno toma su sitio alrededor del patio principal y entre órdenes y que todos estén en su puesto hacen la maniobra de prender el globo con alcohol y un pedazo de papel lleno de fuego. Los que vemos el espectáculo un poco más allá, aguantamos el aliento esperando que el globo se alce y vuele, pero también tememos que pueda caerse, que el fuego se desvié gracias a las ráfagas de viento y queme el papel china. Pero al final, con un poco de impulso de los chicos, la mayoría de globos salen al aire y sobre vuelan poco a poco los edificios.
Sin excepción todos alzamos la mirada y no los perdemos de vista, viendo cómo se vuelven puntos naranjas gracias a las llamas de fuego que los hacen elevarse. Algunos los señalan con los dedos, apuntándolos y siguiéndolos con cariño, otros más comentan sobre la posibilidad de que este o aquel puedan desviarse y quedarse atorados en algún árbol.
En lo particular, mirar hacia arriba, ver como se pierden entre las hojas y flores de las jacarandas podría ser un bonito cuadro a pintar por el club de arte, es como una escena romántica que podría usar siempre en las historias que me invento, quitando de lado los salones que guardan conocimiento y los alumnos que observan embobados, haciendo todo eso más allá y quedarme solo con el cuadro que se pinta lentamente en mi cabeza.
Un puñado de estrellas, la luna en cuarto menguante, flores de jacaranda cayendo poco a poco en el piso, como un tapete natural, los globos elevándose como deseos alternos y la primavera dándole el toque que hace especial a cualquier narrativa.
Es un buen argumento si me lo preguntan.
Al final, por muy corto que nos puede parecer, muchos de los globos se pierden en el cielo obscuro, alguno que otro desafortunado se queda a mitad del camino, fuera por el aire que lo ha desviado o porque no ha querido volar más lejos. Unos pocos se quedan a observar los restos de una ilusión y otros simplemente se desvían por caminos diferentes.
Es un espectáculo corto que se disfruta solo por segundos. Al final nadie recuerda nada, sino hasta la siguiente primavera.
Nota:
Cada título de cada historia es la canción que escucho cuando inicio a escribir. :3 en algunas pondré el video, en otras no porque... se me olvido o etc... x'D
Gracias por leer.
Tameyura.
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A ti, para siempre.
Ficción GeneralPara ti del otro lado del ordenador, una vida prestada.