Skyler es una chica con un pasado terrible que trata de ocultar todo el tiempo. Mientras ella cursa su segundo año pasaran cosas que pondrán su vida de cabeza y haciendo que ella regrese a su pasado con la depresión y sus ataques de ira. Pero mientr...
Me acerque a él y cuando estuve inclinándome hacia él nuevamente extendió su mano, pero esta se colocó en mi pecho derecho. Presionó mi pecho confundido y avergonzada quite su mano de ahí.
- Levántate, Yoel. No pienso dejarte aquí. - hable como si fuéramos amigos de por vida y lo jale por el brazo logrando que se pusiera de pie.
- ¿Quien eres para ayudarme? - preguntó.
- Probablemente si digo mi nombre no te acuerdes mañana. - coloque su brazo en mis hombros y lo sujete de la cintura. No por nada entreno duro, espero que me sirva de algo el físico que hago. - Si quieres vomitar me avisas, ¿si?
- Ya vomite. Dos veces. - respondió, Yoel. - Pueda que haya una tercera así que te diré si me dan ganas de vomitar.
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Simplemente asentí y comencé a caminar hacia la casa. Íbamos a paso lento y comenzaba a sentirme debilitada con cada paso que daba. Diablos, ¿que comía este chico? Entramos a la casa y uno que otro chico lanzaban palabras de felicitaciones a Yoel por el hecho de ir conmigo hacia el segundo nivel, el lugar donde estaban las habitaciones. Idiotas, no pensaba tener sexo.
Al llegar al segundo nivel abrí una puerta y mire la habitación, camine hasta la cama y lo lance en esta cayendo encima de él.
- Gracias. - Yoel hablo con los ojos cerrados y me abrazó.
- Si, si, si, de nada. - me quite sus brazos y me puse de pie.
- Dime tu nombre, por favor. - pidió.
De igual manera ni siquiera se iba a recordar.
- Skyler. - respondí.
Yoel sonrió aun con los ojos cerrados. No quiero ni imaginarme con que cara me vera si se recuerda de esto.
- Gracias, Skyler. - agitó su mano y solo asentí tratando de reprimir una risa de burla.
- Adiós, Yoel. - reí un poco y apague la luz para que pudiera dormir.
Baje las escaleras y llegue junto con Harper. Sira estaba con Laird y yo nuevamente sola. Necesito aprender a conquistar chicos, no puedo estar sola todo el tiempo.
- Estoy como la gran puta. - dijo, Alec. - Mi hermano arruinó el auto de mi madre.
- ¿Que? ¿Donde? - preguntó, Sira.
- Acaban de decirme que ya lo llevaron a reparar, pero eso no estará para mañana. Nadie salió herido, pero igual. Jamas había sentido este tipo de responsabilidad en una fiesta. - se quejó.
Voltee a ver hacia la dirección donde tenia la sensación de que alguien me miraba y entonces me fije que un chico de cabello castaño, piel blanca y buen cuerpo me miraba desde el otro extremo. Era guapo. No me atrevía a levantarme a ir hacia él, pero estaba segura que él tampoco vendría hacia mi estando con estos chicos. De un momento a otro lo perdí de vista. Joder, ¿donde se fue a meter? Trate de volver a encontrarlo, pero no. No lo volví a ver.
