Crystal vs Diamond.✨ mgc TERMINADA

14. A Good Actress

Abrí mis ojos encontrándome con Michael a un lado de mi, lo miré no tenía su camiseta, me miré y me sobresalte al ver que yo la tenía.

"¿Michael? ¿Qué pasó anoche?" Moví a Michael para que despertara, el se sobresaltó, se levantó de la cama y me miró extrañado.

"¿No lo recuerdas?" Preguntó algo esperanzado.

"Si lo recordara no te estuviera preguntando." Respondí obvia, vi una cara de desilusión pero después la cambio por una sonrisa que no me decía nada bueno.

"Tuvimos sexo." Y ahí lo tienen.

"¿Qué?" Exclamé abriendo los ojos. La risa de Michael explotó en mi cara.

"No es gracioso." Lo miré mal mientras el aún reía. "¿Te aprovechaste de mi estando borracha?" Le pregunté, el dejó de reír y me miró serio, bueno lo más serio que pudo, digo, es Michael.

"¿Me crees capaz de eso?" Preguntó ofendido.

"Eres Michael." Michael se tiró a la cama de nuevo y ni siquiera me miró.

"Que sea yo, no significa que me aproveche del estado de las personas, eres mi mejor amiga se supone que me debes de conocer mejor que nadie, y sabes que no haría nada sin tu consentimiento." Michael estaba muy ofendido, me pegué mentalmente, por que yo sabía como era el.

"Lo siento Michael." Susurre abrazándolo, el se tensó ante mi abrazo, después de eso pude apartarme pero decidí no hacerlo.

"Esta bien." Dijo Michael, su voz sonaba canzada.

"Michael tienes que bajar mis padres..." Y sus palabras se quedaron en el aire. "¿Michael?" Escuché como preguntó cansada.

"Crystal no es lo que piensas." Fui yo quién habló, me separé de Michael pero una lágrima rodó en su mejilla al ver que traía la camiseta de Michael.

"Bajen en 30 minutos." Fue lo que ella dijo y salió de la habitación.

"Michael, yo..." Traté de hablar pero el me interrumpió.

"No pasa nada, esta bien, voy a arreglarlo." Se puso otra playera y unos pantalones y salió corriendo de la habitación. Y no supe que pasó después, sólo sabía que Crystal pensaba hacer algo en contra mía, lo decía su mirada cada vez que nadie nos miraba, y Michael me estuvo evitando durante varios días, definitivamente, lamentaba haber hecho lo que no se que hice.

Hasta ese día que recibí una llamada de Michael, pidiéndome que lo ayudara con Crystal, acepté ya que no quería ver a Michael mal, ¿acaso tu no harías algo así por las personas que te importan?

"¿Estas seguro de esto?" Pregunté mirando el vecindario en donde nos encontrábamos.

"Oye, fue tu culpa que ella se enojara conmigo." Dijo apagando el auto enfrente de una casa que, honestamente, desconocía, pero tenía una ligera idea de quien era.

"Cállate, Gordon." Y bajamos del auto con Rodrigo detrás de nosotros.

"Alguien se enojó." Dijo Michael mirando a Rodrigo quien estaba fastidiado y no lo culpaba.

"Esta enfermo." Avisé, Michael hizo una mueca mientras Rodrigo estornudaba, había querido pasar sus vacaciones conmigo, y por que no.

"Y por que venimos a ver a Cruela." Volvió a hablar Rodrigo estornudando una vez más.

"Por que esta enojada conmigo." Michael miró mal a Rodrigo, el último sólo se alzó de hombros fingiendo inocencia.

"Y nosotros que tenemos que ver en esto." No se escuchó como pregunta y Michael quedo confundido. "Es pregunta." Aclaró Rodrigo llegando a mi y abrazándome por los hombros.

"Tu nada, decidiste venir." Michael contestó Rodrigo me miró, mientras Michael tocaba la puerta.

"Ah numa si cierto." Dijo a lado de mi y solté una carcajada, ya saben de esas que no tienen sonido.

"¡Crysie!" Gritó Michael y eso ocasionó que pasara algo que jamás me había pasado, solté una carcajada con sonido. Fue el sonido más extraño que jamás había escuchado, fue una mezcla de un hipo de ardilla y un suspiro ruidoso.

Todos se me quedaron viendo mientras automáticamente yo tapaba mi boca con algo de asombro, el primero en hacer algo fue Michael quien soltó una risa cortada pero muy divertida contagiando a todos, hasta a mi.

Crystal estaba riendo, no era de esas veces en las que sonreía falsamente, era una risa real, y por primera vez sentí que no estaba fingiendo, lo supe en el momento en el que ella abrazó a Michael, y el le dió un beso en la mejilla mientras correspondía el abrazo.

"¿Gustan pasar?" Preguntó Crystal refiriéndose a Rodrigo y a mi.

Rodrigo me dió un codazo regresandome a la realidad.

"En realidad creo que mejor nos vamos, Rodrigo quería dar una vuelta." Miré a Rodrigo quien me miraba demasiado mal.

"¿Están seguros?" Esta vez fue Michael quien preguntó. Rodrigo quiso hablar pero enseguida le pisé el pie, haciendo que se quejara.

"Si, sólo míralo, será mejor que lo lleve al doctor." Dije tratando de moverlo y lo logré mientras seguía diciendo estupideces.

"Diamond, sigue el plan." Gritó intentando llamar la atención de los chicos y la mía.

"¿Lo ven?" Les dije a Crystal y Michael. "No te preocupes Rodri, todo estará bien." Dije tomando su cabeza algo realmente difícil ya que el era más alto que yo.

"Diamond, no." Pero en ese momento ya no nos veían los otros dos.

"Esta bien, ya basta." Le digo a Rodrigo el me mira mal y estornuda antes de cruzarse de brazos.

"No me digas que le creíste su cuento." Dijo caminando en dirección a una pizzería que estaba cerca del lugar, lo miré caminar, mientras aún seguía parada como lo vi muy decidido, lo tuve que seguir.

"¿A que te refieres?" Pregunté más desorientada que Hanzel y Gretel poniendo pan para regresar a su casa.

"No se sí lo notaste, pero ella estaba actuando, al parecer se volvió algo buena en eso, pero yo no le creo, viste esa cara que puso cuando Michael la abrazo yo pude fingirla mejor hasta un orgasmo pude..."

"¡Rodrigo, basta!" Grité haciendo que el se detuviera. "Esa mujer hace feliz a Michael." Moví mis manos algo molesta, por que ya me había cansado de esto.

"¿Qué hace feliz a Michael?" Gritó con una sonrisa fingida. "¿Acaso no viste lo bien que actúan?" Su mirada estaba mal, creía que estaba así por la fiebre o algo, no quise ser mala y le toque la frente, estaba ardiendo. Y no me refiero a que estaba muy guapo, que si, pero tenía demasiada fiebre.

"Olvida la pizza, vamos al doctor." Y así fue como es que caminé aguanté una hora a aquel chico hablando puras idioteces. Aunque unas de ellas tenían sentido.