Crystal vs Diamond.✨ mgc TERMINADA

39. He died😭

Claramente nadie lo entendía, yo estaba sufriendo, y nadie me ayudaba a sanar, sólo no querían que yo sufriera más, era inútil.

Agarré una vaso de la cocina y lo arrojé al suelo mientras lloraba desconsolada. Esto no podía estar pasando.

"Diamond, tienes que calmarte." Escuché la voz de mi hermana detrás de mi, las lágrimas resbalaban por mis mejillas sin control.

"¡¿Calmarme?!" Grité tomando mi cabello. "¡Esta muerto Dinnah!" Y rompí a llorar, todo estaba roto por dentro, lo había perdido. "Esta muerto." Repetí una vez más para escucharlo de mis palabras.

No podía creerlo, sólo esta mañana yo estaba hablando con el y ahora, el ya no estaba, se fue para no regresar jamás.

"Esta muerto." Repetí una vez más no lo creía, no parecía posible, me recargue en una pared y me deje caer tratando de no hacer movimientos bruscos para no lastimar mi panza.

Dinnah llegó a mi lado y se sentó ahí, en silencio sin decir nada, la miré unos segundos y volví a llorar.

"Dinnah, él esta muerto." Ella me abrazo y acaricio mi estómago.

"Algo se movió ahí." Dijo Dinnah de repente, eso me hizo reír un poco. "Estoy segura de que el no quiere verte llorando." Se separó de mi jugando con mi panza de ocho meses de embarazo.

Odiaba las hormonas que jugaban con mi estado de ánimo aún en mi mes número ocho de embarazo. "Dinnah." Sollocé, ella me abrazó e intentó levantarme.

"Ven, Diamond." Yo sólo hice lo que me pidió me levanté de aquel suelo frío y la seguí a donde quiera que ella quería ir.

Salimos de la casa de mi madre y caminamos un par de casas a la derecha para llegar a una casa más grande, tres pisos y una fachada de madera, la casa más acogedora que había visto.

Ambas nos adentramos en el inmenso jardín que tenía aquella casa y mientras nos acercábamos a la puerta yo miraba el hermoso jardín al mismo tiempo que me limpiaba los ojos.

"Sólo un poco más, hermana." Entramos a la casa pasando por la sala y caminando directo a las escaleras hasta el segundo piso, el olor de aquella casa se me hacia bastante reconfortante.

Nos detuvimos en la segunda puerta a la izquierda, la puerta era completamente blanca y tenía una mamila totalmente blanca, suspiré antes de poder abrirla por completo.

Miré la habitación con detenimiento, era todo de un color completamente blanco, Michael y yo habíamos decidido que la pintaríamos de rosa o de azul después de que supiéramos el sexo del bebé.

Comencé a llorar nuevamente mientras pasaba la mirada por los muebles blancos de la habitación, la cuna, el ropero, la sillita, la andadera y una mecedora, todos los peluches estaban perfectamente acomodados en un estante arriba de la cuna, pero pude notar un huevo entre ellos.

Faltaba un peluche y noté la puerta del balcón de la habitación abierta, fruncí el ceño y miré a todos lados en busca de mi hermana sólo para descubrir que ella ya no estaba.

Caminé un par de pasos hasta el balcón y me quede parada a centímetros de la puerta. Escuché un suspiro y me asusté totalmente. Vi una silueta a través de la cortina, era de un hombre, la sangre abandonó mis mejillas y antes de que pudiera hacer algo aquel hombre se giró y me vio dejándome petrificada.

Me abrazó mientras mis mejillas se llenaban de lágrimas ¿que hacía aquí?

"Mi princesa hermosa." Suspiró me alejé un poco de el. No podría estar pasando esto. No ahora.