Era una tarde calurosa de verano cuando Dorian se lamentaba de su suerte una y otra vez, se había perdido en el centro de la ciudad, no lo podía creer después de un año de vivir ahí aun le pasaban estas cosas. Otra vez considero la posibilidad de marcarles a sus amigas, pero entonces volvió a odiar su suerte cuando al intentarlo la operadora la recordó que su celular se encontraba sin crédito.
Siempre le pasaba lo mismo, ya estaba harto de su mala suerte, aunque sus amigas Vivalda y Daphne siempre le decían que ser tan pesimista era la razón de todos sus males, él estaba convencido de que el universo tenía algo contra su persona. Es que parecía que siempre que las cosas iban bien pasaba algo que las arruinaba o que se salía de los planes sin que Dorian pudiera hacer nada. Vivalda pensaba que él ya estaba esperando eso mismo y por eso le seguía pasando, pero eso no quitaba que las cosas siempre le salieran mal. Por eso ahora no le sorprendía que ahora se hubiera perdido en pleno centro de la ciudad.
Sin ver otra posible solución, se acercó a una tienda de ropa, donde con mucha vergüenza le pregunto a una de los chavos que trabajaba ahí y que en ese momento se encontraba atendiendo la caja:
- Hola, buenas tardes- sonrió- me temo que me he perdido y me preguntaba ¿si podrías decirme como llegar al teatro de la ciudad?
Se quedó observando al muchacho que aparentaba un año o talvez dos menos que el, pero este parecía haber visto algo muy hermoso. Después de unos segundos en los que Dorian estaba empezando a creer que el chico era tonto le respondió.
- Hola, si claro. – recompuso su semblante y al sonreír Dorian se dio cuenta que parecía aún más joven – No te encuentras muy lejos, sigue dos cuadras más hacia la derecha, das vuelta a la izquierda, veras una iglesia y el teatro se encuentra casi junto a esta.
- Muchas gracias, aun puedo llegar a tiempo. – Busco el gafete con el nombre del chico y dijo. – Gracias de nuevo, Darren.
Y sin más salió corriendo de la tienda, dejando a Darren con la palabra en la boca. Darren nunca había visto un chico más lindo, era alto, delgado, talvez demasiado, pero si como Darren pensaba estaba estudiando y además por haberse perdido en el centro de la ciudad no era de ahí, eso era más que comprensible, y nadie mejor que el que acababa de empezar en la universidad para decirlo.
Darren siempre había sido abierto acerca de su gusto por los hombres y no tenía ningún problema con aceptarlo frente a sus amigos y familia, aunque no todos lo aceptaban, él siempre había pensado que su vida era solo su asunto y si acaso de sus padres, los cuales aunque no estaban saltando de felicidad, tampoco le reprochaban a quien había elegido amar, en pocas palabras mantenían una actitud muy fría al respecto, más que nada porque su hijo ya era mayor de edad y era tiempo que se encargara de su propia vida y de sus errores.
Volviendo al chico que acababa de conocer era sin duda de los chavos más guapos que había visto en mucho tiempo y realmente lamento no saber siquiera su nombre. El chico era completamente su tipo, pero el confiaba en que pronto se volverían a encontrar si él estudiaba en la ciudad.
Mientras tanto en el teatro de la ciudad Dorian saluda a sus amigas, Vivalda y Daphne, que a pesar de lo que él pensaba ya llevaban un rato esperándolo, después de disculparse y dar su explicación los tres se encaminaron hacia el café donde iban a comer.
Después de ese día, a diferencia de Darren, Dorian no volvió a pensar en el chico que le dio indicaciones. Lo que ninguno de los dos se esperaba era volver a ver al otro en tan poco tiempo.
Hola a tod@s! Esta es mi primera historia :) espero que les agrade y que me digan que les va pareciendo. De antemano gracias por tomarse el tiempo de leer, espero actualizar muy pronto.
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Por Casualidad - Amores de Universidad (primera parte)
RomancePor casualidad Darren es un estudiante normal de universidad cursando su tercer semestre, un día como cualquiera se encuentra con un chico muy extraño que cautiva su corazón. Aunque después de ese día no vuelve a saber nada de él, se lleva la sorpre...