Percy estaba sentado en la playa, mirando tranquilamente a el mar, pensando en un chico de ojos marrones y cabello azabache.
—hola, Percy—lo saludo el dueño de sus pensamientos sentándose a su lado, Nico poso sus ojos en el mar y no los saco de allí.
Percy, sin poder evitarlo, poso la mirada en el hijo de Hades, desde sus oscuros ojos hasta sus carnosos labios.
—Nico—lo llamo para atraer la atención del azabache, este giro la cabeza para mirarlo y estaba por preguntar que ocurría cuando el hijo de Poseidon realizo una acción que el hijo de Hades nunca creyó posible
Lo besó.