Entonces, ahí estaba yo, atada con algún tipo de magia rara, impidiéndome escapar, pensando las mil y un formas en que la escena de Damon y Elena podría haber terminado. Todo eso me consumió, así que tome una larga siesta en el baúl de un auto realmente grande.
—Habría que fijarnos si tenemos algún escrito de ella. Pero aun así no sabemos si Theara es su nombre real.—dijo una mujer.
—¡Es una amenaza para todos nosotros! ¿Qué no lo ven?—gritó un hombre.
—No, espera. Si ella es quien parece ser, yo lo hubiera sabido. Algo raro esta pasando acá. Además, las ropas que encontramos son realmente antiguas, podría decirse que nació en la misma época que Apolo y Artemis.—dijo otro hombre.
Desperté. Mi cabeza ardía como el mismísimo Tartaro, pero tenía esa sensación de poder. Mire a mi alrededor y todo se volvio claro.
Oh, mierda.
Imagínense a los doce dioses del Olimpo frente a ti, todos posados como Bad Boys listos para una foto. Eso es lo que veo desde mi pecera. Oh, me olvide de eso. Estoy en una pecera, como una sirena, en el medio del Olimpo. Perfecto. Nunca mejor.
—¿Quién eres?—preguntó Zeus, que pasó al frente.
—Theara, hija de los Oceanos, diosa y protectora de los Mares y las Sirenas. Bueno, antes lo era, pero fui olvidada. —trate de no incomodarme, pero sus ojos literalmente dorados me estaban mirando fijamente.
—¿Fuiste Olvidada?—preguntó Apolo, dando un paso adelante.
Vamos Apolo, ayuda a tu prima favorita.
—Estábamos todos los dioses del Olimpo atacando el continente. Mi padre, Poseidon, y yo creábamos "tsunami" para mandarlos contra la tierra. Entonces yo decidí acercarme más a las costas, pero allí estaba la hija de su madre de Pisinoe, lista para clavarme una lanza con Olvido, que todavía no se como consiguió.
—¿Y tu planeas que creamos que Pisinoe, una estupida sirena, logró conseguir Olvido?—dijo Afrodita siendo una puta como siempre.
Si, a través de los años aprendi como maldecir propiamente. Sirve mucho, no lo dejen de usar.
—No planeo que me crean. Porqué obviamente no lo harán, pero yo no miento en mi identidad. Esta es la razón por la cual no volví.
—¿Por qué?—volvió a preguntar Apolo.
—Nadie me creería. No tengo pruebas, no hay ninguna. Y eso llevaría a mi muerte.
—¿Con quien de nosotros hablaste último antes de ser Olvidada?—habló Atenea.
—Poseidon. Le rogué que no me olvidara, y el me lo prometió. Pero no funciono.
—¿Lo juras?—la malcriada habló otra vez
—¿Por el Estigio les parece bien? Por el Estigio no miento.
—Ahora volvemos, no te muevas.—todos se fueron, y yo quede sola en la pecera.
Creo que fueron 50 minutos, o una hora. No lo se. Volvieron, y ahora solo Zeus y Afrodita parecían que me iban a asesinar.
—Theara, por ahora no te vamos a matar ni nada por el estilo. Pero, si alguna de las cosas que dijiste es mentira, mueres. Vamos a consultar con el Oráculo para ver si dices la verdad.—dijo Atenea.
—Okey. Gracias.
Ahí es cuando ellos me liberan de la pecera, la cual era muy incomoda, y me dieron mi espacio. Apolo me sonrió, y inmediatamente me dio una especie de capa para cubrirme mientras tomaba mi forma inmortal, la cual no usaba desde hace mucho, mucho tiempo. Mi pelo se volvió un castaño claro, y mis ojos azules finalmente reflejaban el océano mismo. Además, mis ropas antiguas aparecieron, un vestido color marfil, y mis accesorios dorados que tanto añoraba; y por ultimo, lo más importante, la corona azul.
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Cronicas del Olvido: Recuerda
Fantasía> Wiliam Shakespeare. Theara escapaba de su pasado, de quien era. Y cuando este la encuentra, es su momento de demostrar quien es verdaderamente.