Capitulo 1:

4 0 0
                                    


Atenas, Grecia 2016

     Probablemente se estén preguntando que paso. Bueno, fui olvidada. Literalmente no hay ninguna prueba de que yo existo o que lo hice en algún momento. Yo, que había matado a Medusa y otros de esos, había sido reemplazada por los héroes y otros dioses.

    ¿Qué paso con los dioses? Pues ellos siguen vivos, camuflados entre los humanos, y también con un Olimpo camuflado. Ellos fueron olvidados, y no creo que todavía haya gente que crea en ellos.

    ¿Qué hice yo? Vivir mi vida. A través de los años logre evitar estar a la vista de cualquier dios, con miedo a que me eliminen por cualquier razón que se le ocurra a Zeus. Fui una senadora en la república de Roma hace 2000 años, casi faraón en Egipto, después fui a la Primera Guerra Mundial como soldado disfrazada de hombre, estudie la mayoría de carreras del mundo, me mantuve al lado de Hitler durante mucho tiempo, alertando a los Americanos de los próximos pasos, y fui a Afganistan.

   Me mantuve ocupada. Ya lo se.

   Ahora trabajo como una profesora de Historia en una Universidad, perfecto para mi. Aunque lo mas dificil de crearme una vida fue el apellido, Narel.

—Profe, ¿puedo hablar con usted?—me preguntó una alumna.

—Claro.

—Hace poco tiempo, como usted sabrá, aparecieron indicios ocultos de un liquido en los tiempos de los griegos. ¿Quería saber si podía explicármelo? Mi intención era usar eso como ejemplo para mi trabajo en grupo de la semana próxima.

—¿Puede nombrarmelo?

—Era algo como "amnisía", pero esta en griego.

—Significa Olvido, según escuche. Se cree que funcionaba como un eliminar, la persona que lo consumía seria literalmente borrada de la historia. Pero nada esta confirmado aún.

—Gracias Profesora Narel.

     La chica, que logro incomodarme mucho con su pregunta, se retiró. Yo agarre mis cosas y salí del Instituto. Allí, mi amigo Kyle estaba esperándome con su auto.

—Thea, al fin.—dijo él con su típica cara de "aleluya".

—Cállate Kyle. ¿A donde vamos?—le pregunté.

—Estaba pensando ir al Museo de Historia, tengo que darle algo a mi novio.

    ¿Por qué todo el mundo me quería seguir refregando por la cara toda la historia que no forme parte? ¿Qué había hecho yo?

—Esta bien, pero no te pongas en plan "es mi novio. Si, soy gay". Eres insoportable.

   El solo río.

—¿Y tu no estas buscando a alguien?—me preguntó.

—No. Ya tuve suficiente, dejare que el venga a mi.—dije pensando en mis amoríos. Definitivamente no.

—Como tu digas—dijo y se calló. Eso era lo que más disfrutaba de estar con el, no necesitábamos hablar para sentirnos juntos.

      Giramos por algunas calles, y llegamos al museo. Cuando ingresamos en este, Kyle se fue con su novio, Harry. Me quede sola, bien por mi. Camine por los pasillos donde se encontraba los inicios de la mitología Griega.

—¿Te gusta?—preguntó alguien atrás mío.

    Oh dioses, sus ojos eran rojos. Eso significa...

—Es mi favorita—contesté medio nerviosa.

—¿Tienes alguno favorito? Me refiero a un dios.

—Hades. Siempre lo personifican como el malvado asesino, pero para mi que era el más gracioso.—dije, y una sonrisa apareció en su rostro.

—A mi me gusta Poseidon. Siempre tan inocente. Además, todos sus hijos terminaron mal. Pobre.—siguió sonriendo.

    Auch. Eso dolió.

—¿Trabajas aquí?—le pregunté.

—Soy guía.

—Perfecto. ¿Puedes hacerme un recorrido?

—Ven por aquí.—y empezó con una historia de como empezó todo.

    Ya saben, Caos y Gea, que después Gea creó a Urano, que tuvieron hijitos. Esos hijitos son los titanes, y de allí Rea y Cronos tuvieron a los dioses, que a la vez tuvieron hijos.

—¿Y tu de qué trabajas?—preguntó después de su explication.

—Profesora de Historia en la Universidad.—sonreí.

—Ya sabes todo esto. Me hubieras ahorrado toda la explicación de los hijos entre hermanos, primos y nietos o yo que se.

—Explicas bien—reí.

—No me dijiste como te llamabas.

—Tu tampoco.

—Jayden Collins. 25 años.

—Theara Narel. 24 años. —cuando dije mi nombre se quedo un poco sorprendido, pero después sonrío.

—Toma—dijo mientras escribía en un papel un número.—Llamamé.

—Te mandare un mensaje, así me agendas.

    Nos despedimos, y nos fuimos cada uno por su lado. En el pasillo principal volví a encontrarme con Kyle, quien estaba besando a Harry como su fuera el último día del universo. Yo solo me retire, mientras escribía un mensaje para mi amigo, diciéndole que me había ido.

—Zeus, tengo algo que hablar contigo. Alguien tuvo una hija sin notificarlo. Hoy me encontré con una diosa.—dijo alguien mientras cruzaba un callejón medio oscuro por la tela que lo cubría.

    Mierda. Era Jayden, o mejor dicho, Hades. Me iban a matar y lo sabia.

—La encontrare.... Si, tenia ojos azul mar. Pero a la vez su olor era demasiado fuerte, no era semidiosa.... Profesora de Historia.... Le viene bien.... Si.

     Aquí es cuando salí corriendo hacia cualquier lado. Aunque en realidad me dirigía hacia el mar, donde me tire de cabeza sin importarme nada.

    Este era mi hogar, y no podía pasar mucho tiempo aquí, o de lo contrario Poseidón se daría cuenta. Así que, tome la forma de una sirena cualquiera, y nade hacia un lugar indefinido. En apenas una hora, ya estaba en Neapoli, una cuidad al sur de la península del Peloponeso.

    Vamos a acortar todo los detalles, me asenté en esa cuidad, y trate de no hacerme muy nombrada. Pasaron un par de meses, y eso. Tenia planeado seguir moviéndome, mudarme otra vez, pero algo paso:

    Yo estaba tranquila, viendo el final de la temporada 4 de The Vampire Diares, la cual me había encantado, cuando alguien toco la puerta. Como siempre, me prepare mentalmente para una pelea en caso de que sea alguien que me venga a matar, pero fue algo peor.

—Tu vienes con nosotros—dijo él antes de que pueda hablar.

Cronicas del Olvido: RecuerdaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora