Sonrisas

11 0 0
                                    

De: Anónimo.
Para: C.

Querido C, hoy me pregunto si alguna vez me llegaste a notar, si alguna vez detallaste quien era yo entre cientos de personas, si reconocerías mi sonrisa entre las de 10 personas más. Hoy me pregunto si realmente, en algún momento, te percataste de mi presencia en una habitación o si tan sólo fuiste capaz de reconocer mi voz entre los gritos de la multitud.

Una vez escuche algo tan curioso como que las personas tienen sonrisas para cada ocasión, un número específico, en realidad. Y desde entonces comencé a detallar tus sonrisas, comencé a observar te con detenimiento cuando estabas cerca o cuando no me podías ver. Y me di cuenta, para mi sorpresa, que tienes 5 sonrisas. ¿Qué loco, no? Cualquiera creería que decir eso es una locura, o mucho más, que perdí la cordura por notarlo.

Tu primera sonrisa, es creo que la más común de todas, y es cuando estas con tus amigos. Esa sonrisa resplandeciente y sin preocupaciones que muestras cuando estas con tu grupo, hablando y riendo sin parar de cualquier tema cutre de la vida.

Tu segunda sonrisa, es cuando crees que alguien es muy tonto, lo cual es muy gracioso. Sonríes casi que haciendo una mueca, intentando y fallando miserablemente en parecer amable y no como alguien que acaba de escuchar la mayor estupidez de la vida.

Tu tercera sonrisa, es cuando algo te desagrada, y es curioso porque sonríes frunciendo los labios e intentando disimular tu incomodidad, mirando hací los lados e intentando zafar te de la situación lo mejor posible.

Tu cuarta sonrisa viene cuando hablas de tu familia, tan brillante y única como no pueden ser lo las anteriores, llena de alegría y orgullo al relatar algún momento que te dejó demasiado feliz como para ocultarlo.

Y por último, tu quinta sonrisa. Aquella que no sabes que tienes pero que se presenta cuando estas triste, que utilizas como una evasión a los temas que te afectan y convierten tu semblante en una máscara perfecta que cubre todas tus emociones. Esa sonrisa que también sueles usar al caminar para simular amabilidad.

¿Loco, cierto? Pero al acabar de detallar tus sonrisas conocí las mías, y entendí que por más que me gustaría ir a tu lado y contarte mi descubrimiento, sé que no puedo hacerlo porque tú no entiendes de sonrisas cuando se trata de mi, sé que debo seguir usando mis sonrisas para enmascarar la tristeza y decepción que llega a mi al pensar en las limitaciones que tu ser me impone sin saberlo.

                                                                     Con amor,
                                                                             Anónimo.

AnonymousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora