Un gran golpe sonó duro y fuerte atrás de nosotros...
Ian me soltó alarmado y se puso frente a mi, nunca dejo de observar el lugar de donde el golpe era proveniente. La puerta principal comenzó a temblar un poco y segundos después prosiguió a abrirse lentamente. Ian tomo mi mano y me dio un pequeño apretón en esta. Y como yo estaba muerta de nervios decidí que lo mejor seria no tomar como algo de suma importancia a tan insignificante gesto. O bueno, al menos no por ahora, digamos que no es el momento.
La puerta se termino de abrir completamente y segundo después se asomo de la misma un hombre. No se distinguían excelentemente sus rasgos, no podía detallar bien su rostro, sin embargo algo dentro de mi se alarmo instantáneamente y decidí que el hombre no era de fiar, decidí que el hombre no me caía bien. Cuando la mencionada persona termino de entrar en la instalación finalmente, cerro la puerta tras el, otra vez.
-Valla, valla. ¿Pero que tenemos aquí? Ian Nillson en persona, creí que una oportunidad como esta jamas la volvería a tener.- Ian estaba demasiado tenso en este momento, y ademas las palabras del hombre no me parecían amables, al contrario, creo que estos dos tienen problemas. El hombre raro avanzo unos cuantos pasos hacia nosotros, mismos que nosotros retrocedimos.
-¿Quien demonios eres?.- Y ahí vamos de nuevo, a fracasar por jugarle a la psíquica. Creo que tengo que dejar de suponer cosas que tengan que ver con Ian.- ¿Como demonios sabes mi nombre?.- Ian apretó su agarre en mi mano y al mismo tiempo, no se como, hizo que yo me pusiera unos cuantos pasos detrás de el. Dentro de mi me odio por hacer este tipo de comentarios en momentos como este, pero Ian ya no traía puesta la chaqueta que llevaba esta mañana, y su delgada camisa dejaba ver su perfecta, fuerte y muy bien trabajada espalda.
-¿No me recuerdas? Si esa actitud viniera de otra persona me dolería mucho...demasiado. Vamos a decir que puedo llegar a ser muy rencoroso. Gracias al cielo ahora solo eres tu, Ian.- El tipo se acerco unos cuantos pasos más hacia onde estaba Ian, sin embargo en esta ocasión, Ian no se movió, al contrario, su afán era tener al tipo ese cerca. O eso me atrevo a decir. Debo recordarme que psíquica no soy.
-Te repito que no se quien eres ¿Por que debería yo recordarte?.- Ian se acerco al tipo un poco.- Dato interesante amigo, no considero importante recordar las caras de personas insignificantes. No lo se, a lo mejor ese sea tu caso.- Termino Ian completamente tranquilo, como si no pretendiera sonar grosero.
El tipo miro mal a Ian, y de un momento a otro su asquerosa y rígida mirada ya estaba dirigida a mi. Su mirada me dejaba ver que estaba sorprendido de verme. Pero ¿Por que? Nunca en mi vida lo había visto. Como dijo Ian, no lo conocía. Ian se percato de inmediato y tomo mi mano de nuevo.
-¿Quién eres y qué quieres aquí?- Ian parecía demasiado tranquilo, sin embargo su tono no era nada amable. Parecía como si quisiera matar al tipo con su tono de voz o con las miradas que le mandaba.
-Deberías conocerme chico, en cuanto a ti...-El tipo me miró acusadora mente, y trató después de acercarse a mí, sin embargo Ian no lo permitió interponiéndose entre yo y el tipo, mientras lo miraba hecho una furia.-En cuanto a ti, ¿Cómo es posible que no te reconociera desde el principio? Caíste muy bajo utilizando a una simple niña como tú conejillo de indias. Te creía más inteligente que esto, pero que más puedo esperar de ti, una arribista que se considera el centro de cualquier universo, una persona que hace lo que sea, todo, con tal de sobrevivir.-
¿Me estaba hablando a mi? No recuerdo su asquerosa cara, estoy bastante segura de que no lo conozco. Nunca en mi vida lo había vito, hasta ahora. El tipo sigue viéndome como si de verdad necesitara que yo hablara, tal vez quería un tipo de explicación contra su acusación o algo así, sin embargo yo solo desvié mi mirada, por que ¿Que le dices a un tipo como el, en semejante situación? ¡No lo conozco maldita sea!
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UN PAR DE ALMAS
Ficción históricaResulta que para Danielle la vida es realmente injusta, y no por que sea una adolescente en pleno apogeo de esta etapa, sino que con tan solo 16 años debe cargar con una verdad que cambiara su vida para siempre. Considero muy prudente mencionar que...