Relato 1. 'Un soleado día de trabajo'.
Jamás he tenido mucha gente a mi al rededor, mi aspecto nunca ha sido atrayente, pero jamás he estado tan solo como ahora.
Entro en la morgue, dejo mi maletín de herramientas junto a la camilla vacía y me recojo el cabello con una coleta alta y el flequillo con siete pinzas, me quitó la chaqueta y la cambio por una bata blanca cerrada y me pongo unos guantes de látex.
No tarda en abrirse la puerta y Mike, un de los operarios entra arrastrando una camilla ocupada por un cadáver tapado por una manta, lo deja junto a la otra camilla, esta es honda y con huecos para que el agua se filtre.
Entre los dos pasamos el cuerpo con delicadeza a la otra camilla, siento el olor a tabaco de Mike, un hombre ya maduro cuyas arrugar me muestran una vida muy intensa.
Me deja unos papeles que contienen un informe médico, el nombre del difunto, y las prácticas necesarias, además de una foto familiar.
Mike se va y cierra la puerta tras de sí.
Leo el informe, mujer, 60 años, infarto. Margaret Lee.
Aprendido esto veo la foto, es fácil encontrarla, ella, una mujer alegremente maquillada.
Dejo todos esos documentos en una mesa y entonces acerco dos mesas mas de quirofano, tiendo en cada una un empapador y preparo mis materiales.
Cánulas, maquillajes varios, cepillo, algodón, hilo, lápiz labial, pinzas, jabón neutro, fundas para los ojos y para la boca, mortajas y brochas.
Me pongo la mascarilla blanca de papel y empujo la camilla hasta una zona donde el suelo tiene apreturas parecidas a las que serían de una enorme ducha, que, de alguna o de otra manera eso es lo que.
Meto la camilla con el cuerpo tendido sobre ella y cojo la ducha, ahora, le doy una corta pero impetuosa ducha y, tras asegurarme de que está limpia la seco y la paso a otra camilla.
- Con permiso, señora Lee. -Digo antes de tocar sus zonas mas pudentas.
Hablar con los cuerpos que preparo es algo normal para mi, me ayuda a sentir una intimidad propia, amo hacer eso, es como trasmitirle a ese cascarón vacío tranquilidad.
Ya, seca y en una camilla, esta con varios empapadores de algodón comienzo mi trabajo.
-Tal vez esto le moleste un poquito.
Abro una incisión con un bisturí en su aorta, no sangra, ya no puede sangrar.
Introduzco una de mis cánulas, la mediana , esta está unida a una maquina que, no solo drena su sangre, sino que por otro corte similar introduce un liquido rojo brillante a base de formol y otros productos.
Cuando termina procedo a sacar las cánulas y tirarlas a una bolsa roja, luego, cierro las heridas con sutura.
Ahora, con algodón tapono bien el esfinter y la vagina de la señora Lee, mientras, le estoy contando mis planes de viaje a Reino Unido.
Ahora me toca taponar su nariz con algodón con ayuda de unas pinzas y coser sus labios de manera que queden naturales, necesita prótesis ocupares, así que, se las pongo y sello con un pegamento especial sus párpados.
Hidrato con nivea sus labios , su nariz y parpados y comienzo a maquillarla, me fijo en la foto que me han entregado mientras que yo sigo hablando, no me escucha, pero me siento mas a gusto si no hay silencio.
Comento que tiene unas manos muy bonitas cuando le limo y aplico brillo a sus uñas, la amortajo y llamo por un teléfono para que bajen con su ataúd.
Cuando se la llevan tiro los empapadores a la bolsa roja y las toallas y sábanas limpias a una bolsa blanca, luego me quitó la mascarilla y los guantes que van también en una bolsa roja, según el código, esos materiales serán quemados.
Me lavo las manos y luego utilizo gel desinfectante, entonces, preparo de nuevo los materiales para otro cliente.
Nota de user.
Este es un relato corto, si queréis saber más sobre el personaje, solo tenéis que pedirlo y haré más relatos cortos.
Gracias por la atención y por leer, ¡espero su comentario para poder mejorar!
Modelo de portada: Seike Clowniac.
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El Funerario.
RandomDescubre la vida de Castiel, un joven embalsamador con más problemas de los que debería nadie tener. Castiel es una persona tranquila y agradable, un chico que se ha labrado su futuro paso a paso y sin ayuda de nadie. Él ama su trabajo y su vida, p...