Dos corazones rotos, dos personas que perdieron la esperanza de volver a querer a alguien, enojados con la vida por situaciones diversas pero igual de tristes.
Dos personas que no saben que al encontrarse, tendrán una segunda oportunidad de encontra...
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Cinco años después ......
Hoy empieza mi nueva vida, hace una semana que me vine a vivir a New York, no voy a voltear a ver atrás y lo único que quiero es empezar de nuevo. Chicago para mi no existe, hoy empiezo en mi nuevo trabajo como la secretaria del presidente de la compañía Beltranena.
Gracias a la universidad, lo único bueno que he tenido en Chicago, es que conseguí este trabajo siendo becada, me pusieron a mi primero en la lista, hoy es mi primer día, así que estoy un poco nerviosa.
Siete y media de la mañana, no tengo idea de como sera mi jefe, tal vez un señor ya grande de cincuenta años de edad, la verdad es que no espero que sea joven pero si muy agradable. Entro al mini vestíbulo del piso de la presidencia. Hay un joven que me recibe sonriendo.
-Hola buenos días, mi nombre es Mía Gutierrez, soy la nueva secretaria del señor Beltranena.
-Querida hola como estas - me saluda muy cordial - yo me encargare de enseñarte tu lugar y de todas las cosas que tienes que hacer para el señor Beltranena, esta semana el no viene a trabajar - se acerca mas a mi y me dice - pero los rumores dicen que si va a ir a la fiesta el viernes.
Pongo cara de no saber que es lo que esta hablando, y me aclara.
-Al parecer el nunca va a las reuniones sociables o fiestas de la empresa. Como también desde que entre a trabajar aquí hace dos años es que exactamente en la misma fecha es la única semana que falta, osea esta. Nadie sabe por que.
Es mucho información, al parecer mi compañero es de los que hace circular la información dentro de la empresa. No me ha dicho su nombre por que ha estado mas interesado de decirme los chismes, así que se lo pregunto y trato la manera de que no siga con la cantaleta.
-Disculpa no me has dicho tu nombre, y me encantaría que me enseñaras mi lugar.
-Oh perdona, mi nombre es Matt, y sígueme yo te muestro tu lugar, tengo el agradable presentimiento de que vamos a ser muy buenos amigos.
-Oh eso espero - le contesto no muy convencida.
Sigo a Matt hasta la que parece ser mi oficina y me explica cosas, como en donde se encuentra cada cosa, como usar el teléfono y como le gustan las cosas al señor Beltranena. Después se da media vuelta para irse, pero antes me dice.
-La extensión mía es la 110 por si me necesitas - me guiña un ojo y se va.
Me quedo sentada viendo el lugar, es muy bonito, la oficina de mi jefe esta justo a la par de la mía, nos separa exactamente una pared de cristal. Me sentía nerviosa de empezar hoy, pero al no estar mi jefe y lo que parece que no vendrá estos días, me da oportunidad para poder adaptarme a las cosas de la empresa, empiezo a revisar en mi computadora, los documentos de mayor interés para empezar a memorizarlos, así como la agenda de mi jefe, es increíble esta semana esta vacía, reviso la siguiente y esta totalmente llena. No tiene ni una sola hora despejada, lo que me queda claro que yo tampoco.
