Estoy llorando descontroladamente, Liam me abraza y nos acostamos en la cama juntos, Liam solo me abraza y deja que llore, siento como sus brazos están alrededor mío y me sostiene fuerte, diciendo que no se va a ninguna parte.
No sé cuánto tiempo pasa pero ya no tengo más lágrimas que derramar. Liam está acariciendome el pelo cuando me dice.
-Nena no quiero presionarte, pero debes decirme que te pasó para que te pusieras así, hice algo malo? Te lastime?, sabes que puedes contar conmigo para lo que sea nunca lo dudes si. Pero no me dejes afuera de esto. Vamos a solucionarlo juntos. Lo prometo.
No puedo con su voz, piensa que él me hizo algo y no es para nada lo que pasó.
-No Liam no hiciste nada malo, soy yo la que está mal.
Trató de alejarme, no quiero que me tenga lástima. Pero él me detiene, me sigue abrazando y no deja que me vaya.
-Mía sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, puedes decirme cualquier cosa, pero no voy a dejar que te vayas y no me digas que pasó, si queremos que esto funcione tienes que confiar en mi. No hay nada de lo que puedes decirme que vaya alejarme de ti.
Él no sabe lo que dice, así que le pregunto.
-Estas seguro Liam, por qué yo no lo creo.
-Las cosas del pasado se quedan en el pasado, se que algo malo te pasó, haría lo que fuera por evitarte ese mal momento pero no puedo más que escucharte, amarte y consolarte, prometerte que jamás dejaré que nada malo te vuelva a pasar y tratar de que olvides eso malo que te pasó.
Me da un beso en la mejilla, sus palabras hacen que mi corazón vuelva a sentirse seguro. Tengo que confiar en Liam, no quiero que por culpa de ese sujeto haga que las personas que ahora siento que son mi mundo se vayan.
Me volteo y lo miro, quedamos frente a frente.
-Cuando tenía 15 años, vivía con mi tía y su marido de turno, mama había muerto y no tenía a nadie más, ella tenía mi custodia hasta que cumpliera la mayoría de edad. Normalmente a mi tía no le importaba, solo importaba el cheque que recibía por mi cada mes. Nunca me prestaba atención y jamás hacía algo que hiciera que sus ojos se pusieran en mi. Su marido tomaba mucho y cuando llegaba a la casa lo que hacía era que me encerraba en el baño o me iba a dormir al jardín, como estaba tan borracho no le daba para irme a buscar.
-Un día mi tía se enojo conmigo por no lavar la ropa, y me castigo, hizo que lavara toda la ropa que tenía que entregar al siguiente día y la de la casa, completa, lo hice después de llegar a casa del colegio. Estaba muy cansada y los brazos me dolían demasiado, me recosté en la cama y me quede dormida, no escuche cuando la puerta se abrió.
Cierro los ojos, en mi mente el recuerdo está de nuevo volviendo, ya no veo la cara de Liam, solo una copia exacta de lo que pasó esa noche.
-No me di cuenta de lo que hacía hasta que estuvo encima de mi, me agarro con fuerza de los brazos, yo era mucho más pequeña que él y me arranco la ropa, justo cuando iba a gritar me pego en la cara y solo sentí como podía entrar la sangre por mi boca, la que salía de la nariz y del labio partido. Justo cuando se quitó los pantalones y me forzó, solo sentí un dolor muy grande, empecé a llorar y gritar para que mi tía viniera ayudarme, pero nunca llegó.
-Yo seguía llorando tan fuerte por qué me lastimaba demasiado, hasta que me desmayé, no sé cuántas veces más lo hizo y que otras cosas. Cuando me desperté estaba sin mi pantalón y mis bragas. Tapada solo con el edredón de mi cama, ya no estaba. Cuando intente levantarme me dolía en medio de las piernas.
Tragó saliva, lo odio y siempre lo voy a odiar.
-Me quede acostada como una hora más mientras el Dolor disminuía un poco más. Cuando me levante y vi las sabanas de mi cama, estaban manchadas de sangre así como mis piernas, me fui al baño rápido y me lave por Dos horas.
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Segundas Oportunidades
RomanceDos corazones rotos, dos personas que perdieron la esperanza de volver a querer a alguien, enojados con la vida por situaciones diversas pero igual de tristes. Dos personas que no saben que al encontrarse, tendrán una segunda oportunidad de encontra...