Desesperación

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Mil disculpas la tardanza pero el ultima ova me dejo pensando largo y tendido, tomen en consideración que trato que esta historia este ligada con los ovas por eso me tomo el tiempo para que encajen de alguna manera. Sin más que agregar espero que disfrutes de este capítulo.

Al regresar de la escuela pasaron directamente a la oficina de Izzy donde todo parecía un caos, no podían hacer mucho, ahora había que ser pacientes con la información y cuidar de sus digimons.

Hasta que un día TK al visitar a su compañero, Patamon brinco a sus brazos saliendo de la computadora imprudentemente, a pesar de las constantes advertencias de Izzy. Inmediatamente las consecuencias se vinieron ver y Patamon resulto infectado, antes de que alguien más se enterara, el pequeño rubio saco a su compañero convenciendo a un enojado Joe.

La noticia se hizo notar al instante y todos los niños elegidos exigían estar con sus compañeros. 

Mientras tanto.

Una pequeña castaña esta en busca de ese intrépido rubio, era obvio que algo malo pasaba, él no ponía esos berrinches, ya no era un niño y consideraba que ese comportamiento era algo raro. Camina tranquilamente en los pasillos hasta que lo vio sentado en las escaleras.

Kari: TK, ¿Qué es lo que pasa? (su tono de voz era preocupación pura)

TK: ¿De qué hablas? (riendo ligeramente) no pasa nada.

Kari: ¿Por qué me mientes? ¿Por qué sacaste a Patamon del ordenador?

TK: (algo irritado) solo quería estar con él, no le veo algo de malo.

Kari: Si solo es eso ¿Por qué te ves tan preocupado?

TK: (levantándose del suelo) no tengo porque escuchar tus reproches y solo quiero estar ha lado de Patamon, solo eso (comenzando a caminar lejos de la castaña)

Kari: Espera (tomándolo de la camisa) no he terminado

TK: (soltándose de su agarre) pero yo sí.

Estaba impresionada, parecía que las cosas eran peor de lo que pensaba. 

Mientras el rubio.

TK: Lo siento preciosa pero nadie debe saber esto (decía para si mismo mientras entraba a su aula) 

Los días pasaban normalmente, o eso parecía, Izzy no dejaba de investigar y al parecer TK había platicado unas cuantas veces a solas con Mei, cosa que paso completamente inadvertido por la castaña. 

Un día como cualquiera Kari estaba buscando a TK, hasta que se desmayo en los pasillos de su escuela, todo era confuso, y al despertar solo pudo divisar a Maki, la cual solo le dijo que era una anemia, no lo tomo tan mal ya que no había comido del todo bien los últimos días . Al salir del hospital y caminar unas cuantas cuadras pudo ver como el rubio corría directamente hacía ella. 

TK: ¡Kari! ¡Kari! (tomando algo de aire) 

Kari: ¿Qué pasa TK? (bastante sorprendida)

TK:  ¿Como? Me dijeron en la escuela que te habías desmayado, que llamaron del hospital, pero nadie te vio, ni supieron quien fue quien te trajo aquí, pensé por un momento que habías desaparecido (decía afligido) 

Kari: Has estado ignorándome todos estos días evadiendo mis preguntas y ahora vienes exigiéndome cosas que ni siquiera sé (su tono parecía molesto) 

TK: ¡Solo me estoy preocupando por ti! (casi gritando) 

Kari: ¿Y que piensas que hago todos estos días? No hay día en que no me sienta mal por ti. Pero no confías en mi, no me exijas algo que no puedas dar TK (comenzaba a caminar) 

TK: Patamon esta infectado (mientras agachaba la cabeza al suelo y pequeñas lagrimas comenzaban a salir de sus azules ojos) lo está y no quiero perderlo... pero he sido... un tonto. 

Kari: (Acercándose lentamente a él) no eres un tonto (pasaba sus manos por los hombros del chico) ven, yo estoy aquí y no te dejaré solo, no me iré y Patamon tampoco, buscaremos una solución.  

TK: No... no puedo (mientras la abrazaba) 

Kari: Hemos pasado por muchas cosas, no te dejaré solo. 

Y desgraciadamente no había nada que hacer, las cosas pasaban tan rápido, con la aparición de Meicoomon , el sacrificio de los digimons, tener que decir la verdad así como afrontar la realidad de posiblemente jamás volverlos a ver. Parecía que el único dispuesto a querer recuperarlos era Izzy. Pasaban sus días pretendiendo que esa gran perdida no era más que un mal recuerdo. Kari visitaba constantemente a TK pero parecía que evadir el tema. Hasta que un día se encontraban sentados en la sala viendo la televisión, donde habladan sobre los daños a varios edificios pero que el funcionamiento de varias áreas ya no sufrían imperfectos. 

Kari: Han pasado ya varios días desde que se fueron

TK: Si... (su voz estaba apagada) 

Kari: ¿Te sientes culpable? 

TK: ¿No puedes ser más directa, cierto? (sonreía de lado)

Kari: Sabes que no pudimos hacer nada, lo siento (un poco decaída) 

TK: Perdóname a mi, jamás debí esconderte las cosas tanto tiempo y tratarte así, te preocupaste tanto, pensé que me culparías por todo (una lagrima resbalaba por su mejilla) 

Kari: No estas solo, estas a mi lado y no dejaré que cargues con todo (recargaba su cabeza en el hombro del rubio) 

TK: Te quiero ... 

Kari: Sabes que yo también lo hago

Hasta que el llamado de un sílbato los regreso de golpe a la realidad, ellos eran los niños elegidos y no podían cambiar eso. Así fue como decidieron viajar al Digimundo y comenzar aquellas aventuras para reencontrar a sus compañeros. 

Al estar en el digimundo no tenían previsto que muchas nuevas cosas los iban a separar. Estar en una batalla de dos megaevoluciones los hizo separar, y como predecía, TK no dejaría a Kari, la tomo de la mano y la alejo de todo peligro, cuando recuperaron un poco la calma divisaron que se encontraban solos. 

TK: Bien, lo que necesitábamos, estamos perdidos (mientras miraba a diferentes puntos del horizonte) 

Kari: No puedo ser, necesitamos encontrarlos, hace tiempo que no estamos aquí (comenzaba a caminar entre algunos arbustos) 

TK: Oye, no tan rápido, o te perderás (mientras la tomaba de la mano) 

Kari: No pasará nada si me separo un poco (un ligero sonrojo se notaba en sus mejillas) 

TK: No, tú no te librarás tan rápido de mi. 

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